La más occidental de las provincias cubanas y afamada internacionalmente por el cultivo de las mejores hojas para la fabricación de habanos, Pinar del Río, se apresta para la celebración-conmemoración este 26 de Julio del “Día de la Rebeldía Nacional.”
Hace justamente 64 años el joven Fidel Castro intentó tomar por asalto la segunda fortaleza militar del régimen de Fulgencio Batista en la ciudad de Santiago de Cuba en esa fecha de 1953. La acción fracasó, Castro guardó prisión pocos años, se exilió en México para organizar la expedición y en diciembre de 1956 desembarcó en la zona oriental de la isla para iniciar la lucha definitiva en las montañas de la Sierra Maestra.
Desde entonces, en muy contadas ocasiones, dejó a un lado los micrófonos para hablarle al pueblo y enviar mensajes de contenidos políticos internacionales.
Este 26 de julio en Pinar del Río, que de paso festeja sus 150 años de fundada, será un acto sin Fidel físicamente pero de seguro cargado de sus ideas y en un contexto bien complicado en el plano local, el escenario internacional y de cara a las arremetidas del presidente Donald Trump contra la isla.
El presidente Raúl Castro, también a pocos meses de cesar en sus funciones como jefe de gobierno, y no muy dado a los discursos y convocatorias públicas, tampoco hará uso de la palabra. En su lugar, lo hará el poco carismático José Ramón Machado Ventura, número dos en el partido comunista.
Raúl, ciertamente, no agregaría más de lo expresado sólo en este propio mes durante la clausura de las sesiones parlamentarias donde propuso, recordando a Fidel, “enfrentar los nuevos retos bajo la guía de su ejemplo, intransigencia revolucionaria y la fe permanente en la victoria”.
Machado Ventura volverá en el mismo tono. Si acaso, algún que otro aviso de última hora al presidente Trump.
