El consumo de cemento crece un 11% por la recuperación del sector de la vivienda

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El consumo de cemento crece un 11% por la recuperación del sector de la vivienda

La patronal espera que este año cierre con un total de 12,3 millones de toneladas, la mejor cifra del último lustro.

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El consumo de cemento ha crecido un 10,8% en los cinco primeros meses del año, alcanzando los 4.887.751 toneladas, casi medio millón de toneladas más que en el mismo período del pasado año. De mantenerse este crecimiento a lo largo de 2017, el año se cerraría con un total de 12,3 millones de toneladas, una cifra que, a pesar de ser la mejor del último lustro, supone tan solo elevar en poco más de un millón de toneladas la alcanzada en 2016.

El buen comportamiento del consumo en mayo, con un crecimiento del 15,3% que eleva el volumen mensual a 1.101.046 de toneladas, ha permitido compensar la leve caída experimentada en abril, el único mes que ha cerrado en negativo el consumo doméstico en lo que va de año. No obstante, en datos de año móvil —junio 2016-mayo 2017— el crecimiento es de un 2,2%.

“No podemos negar que aun yendo mal, el sector va un poco mejor”, explica el vicepresidente de la patronal Oficemen, Isidoro Miranda. “La vivienda está creciendo a un ritmo del 26%, con 13.000 nuevos visados en 2016, y esperamos un nuevo crecimiento del 12% —10.000 visados más— para 2017. Este hecho, unido a un crecimiento algo inferior al 10% en la edificación no residencial, ha permitido que hayamos iniciado el año en valores positivos, una tendencia que tenemos esperanza se mantenga en 2018 debido al desbloqueo de algunas actuaciones en obra civil ya previstas”, añade.

Por el contrario, las exportaciones han caído un 7,6% en los cinco primeros meses del año, situándose en 3.762.911 de toneladas, con una pérdida de más de 300.000 toneladas. Esta circunstancia, que está reduciendo el margen ganado con la mejora del mercado doméstico, ha estancado los volúmenes de producción de las fábricas de cemento españolas en un 50% de su capacidad instalada, un nivel muy similar al alcanzado en los últimos cinco años, en los que el consumo interno era menor.

“La incertidumbre en los costes eléctricos de producción, que en una industria electrointensiva como la cementera suponen el 30% del total, y que en los últimos meses han aumentado, restando competitividad a nuestra industria frente a países vecinos con mejores precios finales, continua frenando las exportaciones”, indica Isidoro Miranda.

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