El PSOE de Pedro Sánchez y el Podemos de Pablo Iglesias mantienen una mejor relación ahora, que no ha elecciones inminentes, que hace poco más de un año, donde ninguno de los dos se fiaba del otro.
Pablo Iglesias siempre consideró que Pedro Sánchez mandaba poco en su partido. Sentía que la postura del secretario general del PSOE siempre dependió de opiniones ajenas que procedían, en su mayoría, del sur. A su vez, Sánchez nunca creyó que Iglesias se acercase ‘altruistamente’ al PSOE. El ‘sorpasso’ amenazaba con estar ahí al despertar.
Sin embargo, no hubo sorpasso, a Sánchez lo convirtieron en mártir, y la imagen de Iglesias quedó debilitada en el proceso interno de Vistalegre II.
Los dos políticos reflexionaron sobre su relación y ambos coincidieron en que deberían haberse dado una oportunidad más sincera. Y en eso están ahora. Después de la reunión que mantuvieron la semana pasada, este martes ha sido turno para las portavoces de las formaciones en el Congreso.
Margarita Robles e Irene Montero se han reunido esta mañana para empezar a preparar las reuniones que sus equipos pretenden celebrar para trabajar en iniciativas parlamentarias conjuntas.
La voluntad de ambas formaciones es construir una colaboración más sólida para debilitar la fuerza – por incomparecencia del rival – de Mariano Rajoy. La cita de hoy ha sido una primera toma de contacto, ya que no se han cerrado fechas de futuras citas ni la agenda sobre los primeros asuntos sobre los que trabajar.
Los trabajos que PSOE y Podemos abordarán en esta reuniones deben servir, según la portavoz del partido morado en el Congreso, Irene Montero, no sólo para hacer frente a las políticas del Gobierno sino para «construir una alternativa viable» que permita sacar al PP de La Moncloa con una nueva moción de censura, recoge Europa Press.
