El Eurogrupo acuerda 8.500 millones para Grecia sin aclarar el futuro de su deuda

El Eurogrupo acuerda 8.500 millones para Grecia sin aclarar el futuro de su deuda

El acuerdo evita la incertidumbre veraniega y cumple la voluntad de Angela Merkel.

Parlamento griego

El Eurogrupo no esperó esta vez hasta el final para llegar a un acuerdo sobre el desbloqueo de una parte importante del segundo tramo del rescate a Grecia. 8.500 millones para el gobierno de Alexis Tsipras con los que Atenas podrá abonar los vencimientos de deuda (7.000 millones) que le esperan este mes de julio.

La decisión del Eurogrupo, sin embargo, no es más que un parche momentáneo para evitar la incertidumbre veraniega, ya que lo prioritario – qué hacer con la enorme deuda que acumula Grecia – se ha aplazado a 2018 incluyendo simplemente pequeñas cláusulas revisables.

Ese año, el próximo, finaliza el segundo rescate, y los estados miembro en el Eurogrupo han acordado debatir la sostenibilidad de la deuda y su reestructuración una vez acabe la ayuda comunitaria de 86.000 millones.

La decisión de aplazar (una vez más) el debate de la deuda griega al final del rescate responde a la voluntad de Alemania, que celebra las elecciones presidenciales en septiembre de este año y no quiere cargar el posible alivio de la deuda helena como arma arrojadiza contra su gobierno.

La mayoría de los ministros de Economía del Eurogrupo – Wolgfang Schaeuble incluido – son conscientes que la deuda griega es insostenible y que Atenas no mejorará su economía si no se le permite desprenderse de una parte de ella. Sin embargo, perdonar parte de la deuda de Grecia sería admitir un error de siete años y a más de uno podría costarle el cargo.

Podría ser el caso, por ejemplo, de Angela Merkel, ya que los germanos no ven mayoritariamente con buenos ojos una reestructuración de la deuda griega.

El acuerdo de 8.500 millones del Eurogrupo, sin embargo, no es suficiente para que el Fondo Monetario Internacional haya aceptado prestar (2.000 millones) inmediatamente a Grecia, ya que el órgano internacional condiciona su ayuda a la efectividad de las ‘promesas’ de aliviar la deuda helena que ha hecho el Eurogrupo.

Estas serán, en todo caso, cuando finalice el segundo programa de rescate. Las promesas más sustanciosas planteadas desde Bruselas: Atenas nunca pagará más del 15 o el 20% del PIB en necesidades de financiación cada año y vincular los futuros reembolsos de deuda a la fortaleza del crecimiento económico de Grecia.

Una medida que en su momento defendió Yanis Varoufakis.

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