Carta de un padre madrileño con una hija autista

Cartas al director

Carta de un padre madrileño con una hija autista

La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid deja atrás a niños con autismo e intenta esconderlo instando a los padres a firmar renuncias voluntarias a la escolarización especial.

Niño con peluche

Somos padres, tenemos dos hijas maravillosas y residimos en Madrid. Mi mujer, madre de las dos, nació en Reino Unido y a pesar de haber vivido fuera una temporada hemos formado una familia aquí, pensando que podría ser un buen lugar para ellas.

Cuando Emilia, nuestra hija mayor, fue diagnosticada como autista decidimos ayudarla en todo lo posible, siempre desde un punto de vista positivo y optimista y en eso hemos estado desde su diagnóstico hace un año y medio.

Una vez conocida esta condición, para los padres comienza un camino, que no diré que es fácil, pero que parece tener sentido en un principio. A pesar de los escollos burocráticos está enfocado teóricamente a un objetivo: que tu hija tenga la mejor educación pública posible y que su condición no se convierta en un obstáculo.

Al comenzar el proceso la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid dice poner los medios para conseguirlo y, lentamente, se van siguiendo unos pasos que supuestamente terminan con tu hija escolarizada en un Aula TEA (Aula Específica con Apoyo para niños con Trastorno Autista). Este aula está diseñada para no dejarlos atrás, y les provee de la ayuda necesaria para tener un desarrollo educativo normal. La propia Consejería presume de contar con aulas de este tipo suficientes para responder a las necesidades y a la demanda de los ciudadanos de Madrid.

Llegan los problemas

El problema llega cuando el proceso está llegando a su fin. El sistema falla y el recurso prometido no existe, dejando a una parte de estos niños sin el apoyo que ellos mismos han indicado como necesario.

En nuestro caso después de solicitar plaza en un Aula del distrito de Tetuán, que es donde vivimos, y ser denegada hemos sido citados por el Servicio de Apoyo a la Escolarización para informarnos de que no hay nuevas plazas para Emilia en el distrito y para ofrecernos una alternativa. Esta alternativa ha sido escolarizarla en uno de los dos únicos centros disponibles en Madrid, uno a ocho kilómetros de casa (Ciudad Lineal) y otro a 11 (Moratalaz).

Nuestra decisión, que además no podía ser reflexionada y debía ser tomada en el momento, pasaba por escolarizar a Emilia en uno de estos dos centros o firmar una renuncia voluntaria a la Escolarización en Aula TEA. Según el criterio del Servicio de Apoyo a la Escolarización de la CAM ambas opciones son suficientemente válidas y es cuestión nuestra rechazarlas, perdiendo la posibilidad de esta escolarización especial.

Sin entrar en la falta de tacto de algunos funcionarios, que olvidan que están ahí al servicio de los ciudadanos, y a la humillación de que te digan que eres tú el que no quieres que tu hija tenga los recursos necesarios para su educación, ya que “Moratalaz y Tetuán están al lado” o que los hijos de la funcionaria a cargo de la escolarización de tu hija “han ido en metro al colegio toda la vida”, no creemos esta una solución válida y pensamos que no tenemos que renunciar a un Aula TEA.

Además creemos que sí es posible la creación de más alternativas dentro de nuestro distrito, o de alguno colindante que no suponga una situación de estrés para la niña.

Parece que se olvida que estamos hablando de una niña de tres años y medio con autismo, de la que pretenden que todas las mañanas viaje 16 paradas de metro con trasbordos, con el estrés que a ella le genera hacer un simple viaje corto. Que por otra parte tiene una hermana de un año a la que también hay que llevar al colegio en la otra punta de Madrid. Que sus padres para poder darles a sus hijas una vida, o al menos pagar las terapias privadas, tienen que trabajar ambos en jornada completa, y que sus trabajos en ocasiones requieren viajar, haciendo imposible para uno de los padres sólo llevarlas y recogerlas a varios kilómetros de casa. O que de vez en cuando sus abuelos las tengan que recoger del colegio, algo que en las alternativas que nos ofrecen se nos hace impensable.

No pedimos por lo tanto nada del otro mundo, lo que sí pedimos es que si no son capaces de dar una respuesta a esta situación no intenten maquillar sus informes obligando a los padres a firmar “una renuncia voluntaria” a la escolarización en Aula TEA. Que, menos aún, lo hagan bajo coacción en un despacho a puerta cerrada sin publicar en ningún sitio las opciones que nos están ofreciendo.

No queda otro remedio, o así lo vemos nosotros, que negarse a firmar esa renuncia bajo la amenaza de dejarla fuera del programa. Hoy después de publicar las listas oficiales, con decenas de niños con necesidades educativas especiales no admitidos en centros públicos, los responsables del Servicio de Apoyo a la Escolarización lo único que dicen a los padres es que no se molesten en reclamar, que eso es “sólo para revisión de puntuaciones”, que del resto nos olvidemos.

23-06-17

Por fin es un hecho, la Consejería de Educación abre un nuevo Aula TEA en un colegio público de Tetuán y Emilia tiene su plaza

Gracias a todos los que habéis leído y compartido nuestro caso, sin vosotros no habría sido posible conseguirlo.

Gracias a El Boletin por publicar la carta y sus miles de visitas.

Gracias también a todas las Asociaciones de Padres, Periodistas y Representantes de la oposición en la Asamblea de Madrid que nos habéis llamado para interesaros por el caso y que habéis hecho posible lo que parecía perdido.

Hoy cinco niños con discapacidad empiezan su educación desde la casilla de salida, no desde veinticinco más atrás.

El problema es que sigue habiendo muchos más niños en las cunetas de la administración, esperando recibir la educación que se merecen. En una sociedad justa y solidaria la escolarización de alumnos con necesidades especiales debería ser la más sencilla, no al revés.

Gracias a todos de parte de Emilia

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