Más de 1.000 euros por 55 metros cuadrados: ‘Lavapiés, ¿dónde vas?’

Alquiler de viviendas

Más de 1.000 euros por 55 metros cuadrados: ‘Lavapiés, ¿dónde vas?’

Una plataforma ciudadana combate la turistificación (y gentrificación) del barrio madrileño.

    Edificio de viviendas

    Alquilar una vivienda residencial en el centro de Madrid cuesta 18,6 euros el metro cuadrado. Es decir, mil euros proporcionan el alquiler de una vivienda inferior a los 55 metros cuadrados. Tal y como informó este viernes EL BOLETÍN, ese precio supone el máximo histórico. Ni siquiera durante los años de la burbuja inmobiliaria (2007 y 2008) fue tan caro el alquiler en Madrid.

    Ahora mismo es más barato alquilar una casa en el ‘exclusivo’ barrio de Salamanca que en el ‘popular’ Lavapiés. La turistización y gentrificación de este último barrio ha disparado los precios de las viviendas, provocando el ‘éxodo’ de vecinos y vecinas que no tienen capacidad económica para sufragar los gastos. El salario medio en España, según Adecco, apenas supera los 1.600 euros.

    En aras de denunciar ese proceso, surgió la plataforma ‘Lavapiés ¿dónde vas?’, una agrupación de vecinas de Lavapiés “expulsadas por un mercado que prefiere turistas a vecinas, un barrio para ser visto y no vivido”. La plataforma lleva varios meses promoviendo la acción directa – a través de la ironía – como forma de sensibilizar a la ciudadanía sobre una de las grandes problemáticas que acaecen en varias capitales europeas.

    “En Lavapiés, solo en el último año, más de mil viviendas se han dedicado solo a dar cobijo a turistas y han aparecido edificios enteros dedicados al alojamiento de turistas, ya sean hoteles, hostels o apartamentos. El problema no es que algunos vecinos alquilen habitaciones para ayudarse a llegar a fin de mes. El problema es la codicia que inspira algunos negocios que priman el beneficio económico propio por encima del equilibrio social”, denuncian en uno de los comunicados que recoge su página web.

    Hace dos meses llevaron a cabo una concentración que supuso el ‘pistoletazo’ de salida: “Manifestación por los derechos del turista”. La plataforma ‘Lavapiés ¿dónde vas?’ rogaba irónicamente la creación de un carril turista en el barrio con prioridad para trolleys, que “los castizos” hicieran francachelas, la promoción del take-away, o “un McDonalds, Starbucks o Pizza Hut cada cuatro manzanas, para poder comer en Lavapiés lo mismo que en el resto del mundo».

    La plataforma concreta que los turistas no son el problema, sino el modelo de cierto turismo (especulativo) que modifica a la fuerza territorios, barrios y ciudades. Como es el que sucede en Lavapiés.

    La plataforma, no obstante, incide en que la denuncia del proceso gentrificador del barrio no es una añoranza al pasado, ya que éste ha sido “mitificado” por el imaginario colectivo, consideran.

    “Hemos contado hasta la saciedad que el Lavapiés que se ha tratado de narrar oficialmente esconde precariedad, exclusión, pobreza, autoritarismo, dependencia, racismo institucional, políticas al servicio de los grandes y pequeños intereses mezquinos de la economía inmobiliaria, liberal y liberalizadora. No hay, pues, un Lavapiés al que volver, sino un Lavapiés cuya capacidad de autogobierno no sea interrumpida”, concluye la plataforma.

    Buscando a Raquel

    La última acción directa de la plataforma es la búsqueda de Raquel, una vecina que representa a las personas poseedoras de muchas viviendas que se dedican a “especular” con ellas. Concretamente, el personaje de Raquel posee 150 pisos que arrenda a través de Airbnb y que, a la postre, es la razón del encarecimiento del barrio.

    El próximo 7 de junio, en la Plaza de Lavapiés, la plataforma se concentrará a las 20:00 para mapear ‘los pisos de Raquel’ en el barrio. Raquel puede ser Luis, Carlos, José o María. Son esos multipropietarios responsables en gran medida de la ‘expulsión’ de los vecinos.

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