Abengoa vuelve a hundirse en Bolsa con su propio ‘contrasplit’

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Abengoa vuelve a hundirse en Bolsa con su propio ‘contrasplit’

La sevillana acudirá a la junta de accinonistas sin propuesta para cubrir la vacante de su consejo de administración.

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Abengoa vuelve a situarse en el blanco de otro abrupto castigo inversor. La sevillana sufre caídas de hasta el 10% después de haber convocado la primera junta de accionistas posterior a una reflotación financiera en la que pretende avanzar con la agrupación de sus acciones: 100 de las actuales para la creación de una nueva.

El objetivo de este abultado ‘contrasplit’ que multiplicará su precio en Bolsa no es otro que dar esquinazo a los especuladores que gobiernan su cotización sin necesidad de abultadas carteras de efectivo. Además, en el caso de los títulos de clase B, más numerosos, alejarse de la cota del céntimo por acción con la que viene coqueteando a las puertas de convertirse en una cotizada zombi.

Los accionistas de Abengoa deberán pronunciarse sobre este movimiento en la junta convocada para el próximo 30 de junio. Las acciones de clase A, las que con más virulencia bajista reaccionan este viernes a la noticia, pasarían de 0,02 hasta 2,00 euros nominales por unidad. En el caso de los títulos de clase B, el cambio sería de 0,0002 a 0,02 euros en caso de salir adelante una propuesta a la que en las últimas semanas se han sumado compañías como Sniace, ArcelorMittal, Bankia y General de Alquiler de Maquinaria.

Este no es el único punto del orden del día para la próxima asamblea de la sevillana. También figura la renovación de Deloitte como auditor para las cuentas del ejercicio en curso, pero su relevo por PwC para los próximos tres años, en virtud de la obligatoriedad de rotación que establece la reciente reforma normativa en torno a estas actividades.

La segunda decisión que los inversores tendrán que sopesar será sobre la composición del consejo de administración. Los administradores de Abengoa proponen “no cubrir la vacante” surgida por la reciente dimisión de Miguel Antoñanzas, presidente de la eléctrica Viesgo tras su fugaz paso por la cotizada. En este sentido, defienden que es “más conveniente” seguir un proceso de selección de consejeros independientes de forma más reposada y abogan por el nombramiento por cooptación y su posterior “ratificación” en la próxima junta que celebre la compañía.

Asimismo, la compañía lleva a su asamblea anual la aprobación de la nueva política de remuneraciones para los ejercicios 2018-2020. Un plan de incentivos que abarca los próximos ejercicios de actividad y que está reservado para la alta dirección del grupo.

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