España y otros países de la UE alejan el mercado único de telecomunicaciones

Especial telecomunicaciones VII

España y otros países de la UE alejan el mercado único de telecomunicaciones

15 Estados miembro de la UE rechazan la propuesta para fijar un mínimo de 25 años en las licencias de espectro inalámbrico.

Antena de telecomunicaciones

El mercado único de las telecomunicaciones es una de las principales demandas del sector en Europa, pero tendrá que seguir esperando ante los últimos obstáculos a los que se enfrenta. El último de ellos, la decisión de 15 Estados miembro de la Unión Europea, entre ellos España y Alemania, de rechazar la propuesta para fijar un mínimo de 25 años en las licencias de espectro inalámbrico. Durante los últimos años, la Comisión Europea ha intentado coordinar el modo en que los gobiernos nacionales asignan el llamado espectro inalámbrico que se otorga a las operadoras con el fin de avanzar hacia un mercado único europeo de telecomunicaciones. Las propias compañías del sector han pedido en reiteradas ocasiones una política más coordinada, ya que las duraciones de las licencias varían en toda Europa, lo que les hace más difícil operar a mayor escala y competir con sus rivales estadounidenses.

Sin embargo, estos esfuerzos se han visto siempre frenados por los propios países europeos, en un entorno en que los gobiernos se muestran especialmente sensibles a ceder poder a la UE teniendo en cuenta que la venta de espectro genera miles de millones de euros.

Bruselas trató de abordar esta cuestión proponiendo en septiembre del año pasado una duración mínima de la licencia de espectro de 25 años, frente al período de entre 10 y 15 años actual. Sin embargo, 15 países se han cerrado en banda a perder el control del modo en que venden el espectro, argumentando que el plazo es demasiado largo teniendo en cuenta que es un mercado muy cambiante.

Los firmantes -Alemania, Austria, Bulgaria, Croacia, Chipre, Holanda, España, Finlandia, Grecia, Irlanda, Italia, Letonia, Polonia, República Checa y Reino Unido- sostienen además que “se previene la innovación si las bandas de frecuencia se conceden por más tiempo que el ciclo de vida de una tecnología”, de acuerdo con el documento que recoge Reuters.

De poco ha servido la propuesta de Bruselas de incluir herramientas para garantizar una mayor flexibilidad, cono la opción de retirar licencias, ya que los 15 países consideran que no son suficientes porque “dependen de la buena voluntad de los operadores” y los procesos de retirada de licencias son largos y pueden generar inseguridad jurídica.

“Preservar el ‘statu quo’ no es una buena opción”, ha advertido ya Steven Tas, presidente de ETNO, el lobby de las telecos europeas en el que están representadas compañías como Deutsche Telekom, Telecom Italia y Telefónica, entre otras. “La implementación del 5G requiere licencias más largas y un enfoque pro-inversión para la gestión del espectro tanto como regulación de la red”.

Bruselas quería priorizar un desarrollo temprano de la tecnología móvil 5G en Europa, de la que estima que traerá 146.500 millones de euros al año en beneficios.

El fin del roaming llegará en junio

Donde sí parece que Europa ha logrado coordinarse finalmente es en la abolición de los sobrecostes por utilizar el teléfono móvil en itinerancia –el famoso roaming-, después de que ya se haya cumplido el último trámite con el visto bueno del Consejo de la UE.

De este modo, a partir del 15 de junio los usuarios de móviles que viajen a otros países de la Unión podrán llamar, enviar mensajes de texto o navegar por internet sin pagar tasas adicionales. La itinerancia sin recargos está dirigida a las personas que viven en Europa y viajan a otros países de la UE con fines de trabajo u ocio, indicó el Consejo en un comunicado, que especificó que se aplicará también en Islandia, Liechtenstein y Noruega poco después del 15 de junio.

El sistema no está pensado en cambio para hacer posible una itinerancia permanente, que sería el caso de un cliente que diera de alta un contrato en el país más barato posible para utilizarlo en itinerancia en su propio país de residencia. Se aplicarán igualmente normas especiales a los planes de telefonía con datos ilimitados y a las tarjetas de prepago, a fin de evitar abusos.

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