Popular vuelve a convertirse en el farolillo rojo del Ibex 35. La entidad llega a ceder un 3,8% al digerir un nuevo recorte de rating por parte de Fitch. Es la segunda vez en tres meses que la agencia degrada la calificación crediticia de una entidad en la que el nuevo presidente Emilio Saracho cumple precisamente un trimestre.
El recorte propinado por la entidad ha sido desde ‘B+’ hasta ‘B’. Además, la agencia ha situado la perspectiva en negativo, con lo que queda abierta la puerta a probablemente cercanas y nuevas rebajas. Eso a pesar de que la nueva calificación ahora se sitúa en línea con la que otorga Standard & Poor’s (S&P) y dos escalones por debajo de la que marcan los expertos de Moody’s.
Además, se ha rebajado en un escalón la calificación de la deuda subordinada y participaciones preferentes de la entidad. Concretamente, desde ‘B’ hasta ‘B-’ y desde ‘CCC’ hasta ‘CC’, respectivamente. En ambos casos, estos rating se sitúan en calidad pobre y muy pobre.
Desde la agencia se justifica este nuevo recorte por el “deterioro” de la posición de capital del banco a lo largo de los primeros meses del año, que ha venido a confirmar las “ya débiles” cotas de las que partía. En este sentido, a pesar del proceso abierto de refuerzo financiero, los expertos consideran que han aumentado los riesgos para cumplir con la aceleración del plan de reducción de activos problemáticos.
En lo que va de año, Popular ha perdido un 24% de su valor en Bolsa. Las caídas de este lunes arrebatan una vez más la cota de 0,70 euros por acción a Popular, que en su actual cotización cuenta entre los ‘chicharros’ especulativos del parqué madrileño.
