La irrupción de las fintech ha forzado la incorporación de las entidades financieras españolas al mundo digital. Por primera vez en el mercado español, son más las compañías del sector con una presencia digital significativa que aquellas que aún cuentan con muchos deberes por hacer en la materia.
Esta es la principal conclusión a la que llega el III Informe de Inversión digital que lleva a cabo Feelcapital, una fintech especializada en asesoramiento de inversión en fondos. En este documento se explica que un 51,2% de las entidades financieras españolas ya gozan de una presencia digital relevante, mientras que un 48,8% sigue sin conseguirla.
Al frente de los alumnos más aventajados en inversión digital se coloca la aseguradora Mapfre. Los siguientes puestos de la lista son todos para bancos: BBVA, Santander, CaixaBank y Bankinter. Hasta completar la tabla de los diez más punteros aparecen otras dos aseguradoras en las dos últimas plazas: Mutua Madrileña y Catalana Occidente. El número ocho es para Deutsche Bank, mientras que los puestos seis y siete se corresponden con Banco Sabadell y Bankia.
La presente edición del informe señala que el incremento de inversión en tecnología viene motivado también por la próxima entrada en vigor de la normativa europea MiFID II. Esta directiva ha favorecido que las entidades incrementen la información que comunican a través de sus canales digitales, de manera que refuerzan también la transparencia de sus negocios.
Por lo que se refiere a contenidos, las casas financieras más activas son Bankinter, BBVA y Andbank, según el informe desarrollado por el primer roboadvisor español. En este punto se han medido tanto la frecuencia de nuevas entradas en sus blogs corporativos y de formación como la aportación de publicaciones en redes sociales.
En la actualidad, las grandes entidades financieras europeas libran una dura batalla contra las fintech. En este sentido, su última iniciativa en contra de las startups tecnológicas de enfoque financiero es por el conocido como raspado de pantalla o screen scraping que permite a estas aplicaciones acceder a información personal de sus usuarios sin solicitar permiso para ello. Sus exigencias las han transmitido ya a la Autoridad Bancaria Europea (EBA).
