Popular vuelve de vacaciones en Bolsa con ganancias de hasta el 5%. A pesar de que la presión de los cortos sobre la entidad alcanza ya al 12% de su accionariado, el presidido por Emilio Saracho se decanta por la remontada entre especulaciones sobre quién podría ser el caballero blanco que protagonizase su posible compra.
Después del severo castigo inversor de los últimos días a cuento de la puerta abierta que la nueva gerencia de Popular ha dejado a una eventual ampliación de capital, llega el rebote. Los analistas destacan que se trata más de una descarga de sobreventa animada por la toma de posiciones especulativas que de un cambio de rumbo, si bien la conservación de los 0,60 euros por acción supone un importante freno ante caídas más hondas.
Las ganancias se han moderado conforme ha ido avanzando la sesión, pero a su ecuador aún eran superiores al 3% y suficientes como para liderar sin discusión un Ibex 35 que se tiñe de rojo y en el que pocos valores escapan a las caídas. Sin embargo, en los cruces más punteros no se logra ni siquiera reconquistar la cota de los 0,65 euros por acción después de haber sufrido un descalabro cercano al 25% a lo largo de la semana pasada.
Los rumores en torno al futuro de Popular como posible objetivo de compra por parte de una tercera entidad se han recuperado tras una información publicada por Vozpópuli. En esta se señala este martes que un gigante como Banco Santander había formado parte de las negociaciones para tantear la adquisición de la entidad que entonces, a finales del año pasado, seguía bajo la presidencia de Ángel Ron, que habría dirigido en primera persona el proceso de recepción de ofertas no vinculantes por parte de posibles interesados.
Nueve fondos especulativos lideran las apuestas en corto
Mientras tanto, el último recuento de bajistas llevado a cabo por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) pone en evidencia que un 12,19% del capital social de Popular está en manos de estos poco deseables inversores. Al frente de esta abultadísima participación, que supera la de cualquiera de los accionistas del núcleo duro de inversores de la entidad, se sitúan fondos especulativos habituales del parqué madrileño.
Las carteras más gruesas apostadas en contra de la entidad cuyo futuro depende ya del presidente Emilio Saracho son las que acumulan y en muchos casos han reforzado Marshall Wace (2,39%), Samlyn Capital (1,42%), AQR Capital (1,36%) y Oceanwood (0,85%). A estos cuatro abanderados se suman otros cinco más que conjuntamente acumulan una posición contra el buen desempeño del banco valorada en más de 324 millones de euros a precios de mercado.
