Ciclistas nómadas: cuando encuentras la vida que quieres vivir

De ruta con Mirko y Katia

Ciclistas nómadas: cuando encuentras la vida que quieres vivir

En un destino conocí a unos auténticos profesionales de la aventura, cuya historia merece ser contada.

    Mirko y Katia

    La gente que conoces en un viaje puede convertir la experiencia en uno de los mayores y más completos placeres de los que se puede disfrutar. Cuando compartes caminos y vivencias con algunas personas te enriqueces. En un destino conocí a unos auténticos profesionales de la aventura, cuya historia merece ser contada.

    Vamos con las presentaciones, Mirko y Katia son una pareja checo-eslovena que vive para viajar. Se conocieron en 1998, y han compartido viajes juntos desde el año 2000. Su sustento económico es la venta de las joyas que elaboran de forma artesanal. Después de estar en diferentes países han encontrado la vida que quieren vivir. Intentan huir de lo que la sociedad dicta como normal y crean sus propias reglas respetándose a sí mismos y a los demás.

    Recorren el mundo con la casa a cuestas, sus artilugios de trabajo y todo lo necesario para subsistir.

    Como medio de transporte usan la bicicleta, algo que se ha convertido también en eje de su filosofía. Con este vehículo pueden llegar a lugares que en muchas ocasiones son inaccesibles para otros turistas. Se mueven de una manera verde y consiguen gastar menos dinero ahorrando en billetes y en hoteles puesto que llevan su tienda de campaña en la que duermen muchos días.

    Utilizan caminos pequeños para disfrutar de la naturaleza, huyen de las grandes carreteras plagadas de coches aunque esto les desvíe unos cuantos kilómetros. Su manera de moverse dice mucho de ellos, les gusta disfrutar de las pequeñas cosas de la vida y de los lugares más sencillos y remotos. Solo cambian su ruta cuando necesitan vender las joyas que fabrican, en busca de lugares donde haya clientes dispuestos a valorar su trabajo.

    Se autodenominan ciclistas nómadas y hasta el momento han recorrido multitud de países sobre dos ruedas cómo Croacia, Bosnia, Monte Negro, Albania, Macedonia, Grecia, Turquía, Azerbaiyán, Kazajistán, Uzbekistán, Siria, Jordania, Egipto, Israel, Tailandia, Malasia, Indonesia, Laos, China, Mongolia, Corea del Sur, Japón, Taiwán, Birmania e India.

    De vez en cuando vuelven a sus países de origen para ver a su familia y recargar pilas de cara a una nueva aventura. También aprovechan las posibilidades que les brindan los festivales que hay en Europa en verano, dónde pueden vender sus piezas de joyería.

    Son creaciones de macramé, únicas, nunca hacen dos iguales. Se inspiran en sus viajes y lo que la naturaleza les ofrece, utilizando materiales de primera calidad. Hacen su trabajo para que dure, algo inusual en nuestros tiempos. También exponen y venden en su tienda itinerante fotos de sus aventuras y de los múltiples lugares que han visitado.

    El respeto al medio ambiente y a todas las criaturas que lo poblamos es básico en su planteamiento de vida, en las largas conversaciones que he disfrutado con ellos y les he escuchado tener con gente muy diversa lo demuestran. Son veganos, es decir sólo comen vegetales que buscan con ímpetu allá donde van, disfrutando de los productos que cada región les ofrece, sabrosas frutas y verduras que los locales venden en sus mercados y puestos.

    Poseen su propia rutina, cuando van en bici pedalean sin descanso, cuando crean sus magníficas obras se sumergen en este proceso con dedicación absoluta y cuando venden echan el resto en convencer al comprador que se lleva algo único y colabora financiando su modelo de vida.

    Lógicamente se encuentran con dificultades para llevar a cabo sus pesquisas. Visas demasiado cortas para su modo de transporte, obstáculos para transportar las bicis cuando no se puede ir pedaleando o quieren ir lejos, problemas técnicos en sus vehículos, mafias que controlan la venta ambulante en muchos lugares, problemas para encontrar comida adecuada a su alimentación, pero siempre logran sortear estos inconvenientes ya que hacen lo que les gusta y están muy seguros de sí mismos.

    Esta maravillosa pareja ha conseguido aunar términos cómo ciclismo, veganismo, libertad, hecho a mano, naturaleza y tantos otros buenos conceptos en su propia vida. Han logrado vivir acorde a lo que creen que está bien. Convirtiendo su vida en una aventura que sirve como inspiración a mucha gente. Un placer conoceros y gracias por enseñarme tantas cosas.

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