Apenas ocho meses después de su llegada, el consejero delegado de Banco Popular, Pedro Larena, abandonará su cargo tan pronto como la entidad que preside Emilio Saracho pueda designar un sustituto.
En un escueto comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el Popular señala que Larena “ha manifestado al presidente del Consejo de Administración su deseo de cesar en el cargo por motivos estrictamente personales, así como su compromiso de continuar desempeñando sus funciones hasta que el Consejo de Administración designe a su sustituto”.
Larena fue nombrado consejero delegado del Popular en julio del año pasado en sustitución de Francisco Gómez, que había llegado a un “acuerdo de prejubilación” con el banco. Nombrado pues en la última etapa de Ángel Ron en la presidencia, la llegada de Emilio Saracho ya había despertado algunos rumores de su marcha.
Esta mañana, los rumores del mercado apuntaban que Miguel Escrig, colaborador de máxima confianza de Saracho, con el que coincidió en JP Morgan, sería el elegido para sustituir a Larena
La renuncia de Larena se conoce en una jornada bursátil muy complicada para el Popular, cuyas acciones se desplomaban a poco del cierre un 10,66% hasta marcar 0,81 euros después de que el banco haya anunciado determinados ‘ajustes’ en sus cuentas de 2016 que tendrán efecto en las ratios de capital del grupo.
Así, el banco prevé que la ratio de capital total a 31 de marzo se sitúe entre el 11,70% y el 11,85%, siendo el requerimiento aplicable al grupo, por todos los conceptos, del 11,375%. La ratio es inferior a la del pasado mes de diciembre, situada en 13,14%.
