Begoña Villacís (parte II), portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid

Entrevista

Begoña Villacís (parte II), portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid

Begoña Villacís, portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid - Fotos: Jaime Pozas

“El PP y Ciudadanos son dos partidos que no tienen nada qué ver” La portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid considera que el pacto de investidura entre su partido y el PP goza de buena salud. Aun así, rechaza «radicalmente» hipotéticas fusiones con un partido (PP) que «cumplió el sueño de Tsipras: multiplicar la deuda y triplicar los impuestos».  

La portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid, Begoña Villacís, comparte con ElBoletin.com sus impresiones sobre la actualidad política y el estado en el que se encuentra el pacto de investidura que su formación acordó con el Partido Popular.
 
Asegura que está funcionando “muy bien” porque “ha cambiado el régimen” de Gobierno y eso obliga al Ejecutivo de Rajoy a negociar con otras fuerzas. Villacís no teme que los pactos PP-PSOE ‘desdibujen’ a Ciudadanos, un partido que, según ella, se ajusta más al término ‘liberal’ que ‘socialdemócrata’.
 
Fiel defensora del “progresismo”, Villacís completa esta extensa entrevista repasando algunos de los errores que ha podido cometer Ciudadanos.
 
¿El Gobierno ha actuado correctamente con Trillo?
 
Se ha hecho lo correcto. En estos casos todo el mundo está buscando que si Trillo que si tal. Esto trasciende de Trillo. Es una responsabilidad del Gobierno, desde luego, que el propio Gobierno renunció a adoptar con las familias en su momento. Pero eso es lo importante para mí: las familias.
 
Cuando he escuchado a determinadas personas del PP o de algunos otros sectores decir a las familias que lo único que quieren es el dinero me indigna. No hay dinero en el mundo que te devuelva a tu hijo. Eso no tiene precio. Lo que las familias quieren es la verdad y un perdón, porque se hicieron muy mal las cosas.
 
¿Debe pedir perdón el Gobierno?
 
Por supuesto que debe pedir perdón. Además, tenía que haber sido todo mucho más rápido. La Justicia para que sea justa ha de llegar rápido. Ese es otro error que se ha cometido con las familias. Y repito, creo que deberíamos enfocarnos más en las familias. Me parece acertadísimo señalar a los responsables, pero deberíamos hablar más de las familias y del sufrimiento que han pasado durante los años en los que han sido ignorados.
 
¿Están contentos en Ciudadanos por cómo camina el pacto de investidura alcanzado con el PP?
 
Sí, de momento la valoración es positiva. Pero sobre todo por el cambio de régimen. Es lo primero que te diría.
 
¿A qué se refiere?
 
Hemos pasado de un Gobierno donde todo se hacía ‘porque yo lo mando’ a otro donde hay que negociar. Las medidas que se tomaban en la legislatura anterior tenían fecha de caducidad, porque como no estaban negociadas ni consensuadas con otros grupos políticos, estaban abocadas a ser retiradas o modificadas en el momento que cambiase el signo político del Gobierno.
 
Eso provocaba incertidumbre jurídica, porque uno no podía planificar las cosas a medio o largo plazo. Era algo muy negativo para el país.
 
Lo bueno de esta época es que, sí, sigue gobernando el PP, pero no es lo de antes. Ahora están obligados a bajarse y a negociar. Incluso con el PSOE.

Begoña Villacís

¿Le sorprende?
 
¿Te acuerdas de la campaña que nos dio a nosotros porque pactamos con el PSOE? Pues ahí les tienes. Tienen que negociar con el PSOE y aceptar parte de sus condiciones, del mismo modo que con nuestras posturas. Han tenido que firmar un pacto que anteriormente les daría sarpullidos, como con el tema de los aforamientos.
 
Lo bueno de ahora es que cada vez que se aprueba una ley lleva la firma de muchos partidos, de muchos ciudadanos representados. Además, no tienen fecha de caducidad. Cuesta más sacarlas, sí, pero tienen más recorrido.
 
¿Está cumpliendo el PP las condiciones puestas por Ciudadanos en el pacto?
 
Sí, de momento está funcionando. Si en seis semanas llevamos un 12% cumplido, es decir, 20 propuestas, es que está funcionando muy bien. ¿Está bien o mal un 12% en ese poco tiempo?
 
Por ejemplo, en el Ayuntamiento de Madrid. Nosotros le pasamos el ‘pactómetro’ al pacto de investidura del PSOE y Ahora Madrid y van por el 90%. Pero de incumplimiento. En casi dos años. Desde luego, hay otro ritmo.
 
Sin embargo, a la hora de sacar las leyes, el PP siempre necesita a un tercer partido. Eso provoca que, de alguna manera, acabe siendo más protagonista el PSOE o el PNV, por ejemplo, que el mismo Ciudadanos. ¿Temen que esa circunstancia desluzca su trabajo?
 
No, porque el movimiento se demuestra andando. Yo creo mucho en el trabajo, y el trabajo de Ciudadanos en el parlamento está siendo la mejor valorada por la ciudadanía.
 
¿Pero no tienen miedo a perder protagonismo?
 
No lo tenemos, en absoluto. Lo que hace el PP y el PSOE es algo responsable y natural. Lo que no era natural era la conducta que tenían antes, que era la de una pareja de divorciados por lo contencioso que lo único que hacían era reprocharse cosas y no pensar en el bien común de la gente que dependía de ellos.
 
Nos parece natural que el PP pacte con el PSOE. Y típico. Por ejemplo, en política fiscal no creemos que haya que subir los impuestos a los ciudadanos. Sobre todo en una situación de crisis como la actual, donde la crisis se la han comido los ciudadanos. Los EREs y los procesos de reestructuración, por ejemplo, lo sufrieron los ciudadanos.
 
Creo que la sociedad civil ha hecho suficiente esfuerzo como para que venga ahora mismo el Gobierno y les apriete más las tuercas diciéndole: ‘todavía puedo ordeñarte un poco más’.
 
Entonces no temen perder presencia en los medios.
 
Es que lo más importante no es siempre lo que aparece en los medios. Para mí, por ejemplo, es muy importante que a partir de enero mucha gente vaya a poder disponer de un permiso de paternidad más amplio. O la tarifa plana para autónomos. O la conciliación laboral y familiar. Eso cambia más la sociedad que una foto.
 
Pero esas medidas que han conseguido ha sido gracias, en gran medida, a la notoriedad mediática que ha adquirido el partido. Si quieren seguir ‘sacando’, a largo plazo, más iniciativas, Ciudadanos va a necesitar tener un papel más diferenciado, ¿no cree?
 
Yo creo que ya tenemos una imagen diferenciada de por sí. Creo que somos bastante objetivos y somos capaces de reconocer cuando una propuesta es buena independientemente de quién la presente.
 
Además, somos el único partido que durante todo el año de campaña hicimos máximo hincapié en nuestro programa. De hecho, creo que los máximos debates se han producido entorno a nuestro programa. No recuerdo ninguna medida económica del PSOE o del PP.
 
¿Los medios y los políticos están dando menos protagonismo a Ciudadanos del que cree que merece?
 
No. Yo creo que sí que se recogen las propuestas que nosotros presentamos. En cualquier caso, no se lo reprocharía a los medios. A lo mejor no somos capaces de explicarlo suficientemente bien en ocasiones.
 
El otro día, el concejal del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Iñigo Henríquez de Luna, dijo que Ciudadanos y Partido Popular deberían fusionarse. ¿Qué opina?
 
Radicalmente no. Somos dos partidos que no tenemos nada qué ver. Ni como organización, ni como orientación.
 
Él esgrimió que la derecha no debería estar fragmentada. ¿Ciudadanos es un partido de derechas?
 
Lo de derecha, centro y tal, hace tiempo que dejé de creer en ello. Por ejemplo, no creo que el PP haga política liberal, en absoluto. De hecho, fueron ellos los que cumplieron el sueño de Tsipras, multiplicar la deuda por siete y triplicar los impuestos a los ciudadanos. O Esperanza Aguirre y su relación con los medios públicos, tampoco fue muy liberal que digamos.
 
Pero la izquierda tampoco creo que haya hecho políticas propiamente de izquierdas. Fueron los autores del ‘pensionazo’ o de las primeras reformas laborales, por ejemplo.
 
Para mí el autonombrarse ‘soy centro’ o ‘soy no sé cuál’ no sirve. Hay que demostrarlo con el tiempo y con los hechos. El centro no se es, se ejerce. Y nosotros lo estamos demostrando. Por ejemplo, todas nuestras políticas sociales las ha apoyado Ahora Madrid.
 
¿Cuál es entonces la ideología de Ciudadanos?
 
Estamos en pleno debate sobre la naturaleza de nuestro proyecto y serán más de 30.000 ciudadanos quienes decidirán sobre él. La verdad es que mi manera de verlo se ajusta a la propuesta actual. Considero que somos liberales.
 

Begoña Villacís

¿Y eso en qué se traduce?
 
Esto me lo definió muy bien el primer ministro holandés, que es del grupo ALDE – Grupo de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa – como nosotros. Ser liberal no es una forma de vida, sino la manera de respetar todas las formas de vida. Creer en el individuo.
 
¿Eso implica no creer en lo público?
 
En absoluto. Para creer en el individuo debes dotarle de todas las herramientas para que parta de una situación óptima. Hay que garantizarle la igualdad de oportunidades. Eso es teoría liberalista. Y a la vez, creo más en el término ‘progresista’ que en otros términos.
 
Por ejemplo, creo que muchas veces hemos tendido a vincular qué partido político presenta determinada cosa con etiquetar esa determinada cosa. Y yo no lo veo así. Por ejemplo, el matrimonio homosexual. Fue una muy buena ley presentada por el PSOE. Ahora, ¿el matrimonio homosexual es una cuestión socialista? No. Es una cuestión progresista. Incluso es más liberal que socialista.
 
Está de acuerdo entonces con que los estatutos fundacionales del partido varíen su contenido y abandonen el término ‘socialdemócrata’ para incluir el de ‘liberal’.
 
Sí, a mí me gusta. Creo que nos define mejor. Además incluye el término ‘progresista’, que es lo contrario a ‘conservador’, que es lo que es el PP.
 
¿No se sentía cómoda con el término ‘socialdemócrata’ que estaba incluido en los estatutos de Ciudadanos?
 
Tampoco me resulta una palabra antipática. La socialdemocracia ha reportado grandes avances y mucho progresismo.
 
Muchos de los militantes críticos de su partido, la mayoría miembros de él desde su nacimiento, critican que estos cambios se están produciendo por la influencia “madrileña” que ejercen Luis Garicano, José Manuel Villegas o usted.
 
Yo no he intervenido en la redacción de la nueva propuesta. Aquí participo como una afiliada más.
 
Pero usted no es una afiliada más.
 
Pero es que si un partido no puede creer en eso, es precisamente Ciudadanos. No creemos que haya una tensión interna entre Madrid-Barcelona. De hecho admiro mucho el trabajo que hizo el partido en Cataluña. Yo me enamoré del partido por el trabajo que hizo allí.

Begoña Villacís

Pero es consciente de que hay molestos con el cambio.
 
Sí, por supuesto, y es entendible. Quizá sea un tema como cuando una es madre y sus hijas se van de casa porque se han hecho mayores. Es una cuestión natural.
 
¿Pasar de la socialdemocracia al liberalismo es hacerse mayor?
 
No. No me refería a eso. Iba más a eso que tú decías de que sean gobernados por Madrid. Por ejemplo, dentro del Comité Ejecutivo hay mayoría de personas procedentes de Cataluña. Y es lógico, porque el partido tiene ahí su origen.
 
Lo que creo es que uno no puede cerrarse ni enquistarse en ningún estatuto. Nada tiene que convertirse en tu celda. Y serán 30.000 personas las que lo decidan. Ni yo, ni Garicano ni Villegas.
 
¿En cualquier caso, cree que Ciudadanos está focalizando su atención en una estrategia ‘puente aéreo’ (Madrid y Barcelona) y olvidando el resto de España?
 
Hemos crecido muy rápido y hemos crecido como partido, no como plataforma que ‘llego aquí y me junto a este, este y este otro partido’. Un crecimiento de partido como el nuestro no puede compararse como el que ha tenido Podemos. Son estrategias diferentes. De hecho, a nivel municipal, somos la tercera fuerza.
 
Eso nos da una garantía de que creceremos más lentamente, pero más sólidos. Con unos cimientos más sólidos que nos evita luchas intestinas de gente que sigue sintiéndose Izquierda Unida, o de gente que sigue sintiéndose Equo.
 
¿Merece la pena, a tenor de lo visto en las elecciones vascas y gallegas?
 
Por supuesto. En esos casos lo adelantamos. Hemos tenido posicionamientos que eran buenos para el interés general pero que a nivel local nos perjudicaba. Pero hemos apostado por ser coherentes, y eso es algo que se recoge a largo plazo.
 
¿Qué posicionamientos os han perjudicado?
 
En Galicia hemos dicho muchas cosas que no hacían que los votantes gallegos corrieran para votarnos a nosotros. En el País Vasco tampoco, con el Concierto Económico o el convenio. Es verdad que no era una prioridad, pero entendemos que un sistema fiscal debe ser justo con todos los ciudadanos. No podemos gustar a todos.
 
¿Le gustaría que hubiera una reforma constitucional que cambiara el Concierto Económico vasco?
 
No es una prioridad ahora mismo. Hay cosas que son más prioritarias, como la separación de poderes, que es lo más importante en una democracia. O los aforamientos, que son una vergüenza.

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