El número de autónomas de más de 55 años crece casi un 4% en los últimos tres años

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El número de autónomas de más de 55 años crece casi un 4% en los últimos tres años

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Las mujeres entre 40 y 55 años adelantan al colectivo masculino en emprendimiento con una clara tendencia al alza, según Asociación Nacional de Mujeres Autónomas y Emprendedoras. La crisis ha llevado a muchos desempleados a optar por el trabajo autónomo como medio para volver al mercado laboral, también entre los mayores de 50 años, que ven aún más difícil encontrar un trabajo por cuenta ajena. Según el informe Anuario 2016 sobre el trabajo autónomo femenino en España, elaborado por la Asociación Nacional de Mujeres Autónomas y Emprendedoras (ANMEYA), el número de mujeres autónomas mayores de 55 años ha aumentado en los últimos tres años un 3,8% y se acerca ya al incremento masculino, del 5,1%.
 
Además, las mujeres autónomas de entre 40 y 55 años adelantan al colectivo masculino en emprendimiento con una clara tendencia al alza según el citado informe que pretende definir el perfil de la mujer autónoma en nuestro país.
 
Los datos señalan que el número de mujeres autónomas de entre 40-54 años (que supone el grupo más numeroso con un 43,7 % del total de autónomas y 299.293 afiliadas), ha crecido en los últimos tres años un 5%, dos puntos porcentuales por encima del colectivo de autónomos masculinos en ese mismo grupo de edad, que aumentó un 2%.
 
“Este anuario, realizado con datos de los últimos tres años, nos permite presentar el perfil de la mujer autónoma en España, teniendo en cuenta que el emprendimiento femenino gana peso cada año dentro del colectivo de trabajadores autónomos en nuestro país” explica Gemma Puertas, autora del estudio y miembro de la Junta directiva de ANMEYA.
 
Frente a la clara tendencia al alza en mujeres de más edad, los porcentajes decrecen en autónomas más jóvenes. Entre los grupos de edad de menos de 40 años, baja el número tanto de hombres como mujeres entre 25 y 39 años, pero éstas en una proporción inferior que la masculina, con un 2% de autónomas menos que el 3,7% masculino.
 
La única franja que es positiva para el hombre en comparativa con la mujer es la más joven, con un incremento del 1% de afiliados autónomos masculinos frente a la caída del 11,3% del colectivo femenino.
 
“Es interesante analizar cómo el emprendimiento femenino se sitúa dentro de una franja de edad más o menos madura, entre los 40 y 55 años y con signos de recuperación a partir de los 55” señala Gemma Puertas. “Sin embargo, las mujeres más jóvenes abandonan antes sus proyectos empresariales, quizás porque encuentran empleo o no logran llevar a cabo sus negocios por falta de práctica empresarial y falta de conocimientos. Aunque los datos son concluyentes, habrá que analizar en profundidad las causas de estas cifras realmente reveladoras” concluye.
 
La recopilación de datos llevada a cabo durante todo 2016 ha permitido constatar que la edad más frecuente para decidir dar el paso como trabajadora autónoma se encuentra a partir de los 40 años; ya que más del 40% de las trabajadoras autónomas en nuestro país tienen esa edad, cifra incluso superior en las comunidades autónomas de Asturias y Galicia.
 
También se aprecian algunos cambios en la nacionalidad de las mujeres extranjeras que más emprenden en España. Si en 2014 las principales nacionalidades eran países de la UE, países asiáticos y de América del sur, en 2016 decrece el número de inmigrantes sudamericanas mientras que aumentan las emprendedoras del resto de países de Europa fuera de la unión.
 
Siguiendo con los últimos datos publicados a fecha 30 de septiembre de 2016, las mujeres aumentan más su afiliación que los hombres. En cifras globales, el total de personas afiliadas a la seguridad social como autónomas (personas físicas sin asalariados) es de 1.974.881, un 1,5% más que el total contabilizado a final de 2014. De este total, el colectivo de mujeres supone un aumento del 2% en los últimos 3 años (684.467) frente al incremento del 1,2%, masculino (1.290.414), lo que supone un 0,8% menos que el femenino, reduciendo así ligeramente el desnivel existente entre ambos colectivos.
 
Sector y sección de actividad
 
En cuanto a la distribución por sectores, el sector servicios es el que presenta una mejor tasa positiva de crecimiento en afiliación femenina en los últimos tres años, con un aumento de la afiliación femenina del 2,7% (590.434 afiliadas en 2016) frente al 1% que ha aumentado la afiliación masculina en este sector (850.868 afiliados).
 
En el extremo contrario se encuentra el sector de la agricultura, que presenta un descenso de afiliación total del 1,3%, y registra una caída más acusada entre las mujeres, con un 4,2% menos de afiliadas, frente al grupo masculino que pierde solo un 0,1% de afiliados.
 
Dentro del sector servicios, la Sección S “Otros Servicios” es la que presenta una mayor tasa de crecimiento de afiliación femenina en estos tres años (4,3%-90.808 mujeres afiliadas en 2016), en esta misma sección la tasa de crecimiento masculina solo aumenta en un 0,7%.
 
Aunque la sección G “Comercio p/mayor y p/menor; Reparación de vehículos” es la que tiene un mayor peso dentro del colectivo femenino (el 29,7% de las afiliadas femeninas en 2016 pertenecen a esta sección), la afiliación femenina en este subsector pierde 1,5 puntos porcentuales, frente solo al 1% que pierde el colectivo masculino.

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