La OIT alerta: faltan 50 millones de empleos “decentes” para garantizar la cobertura médica

Sanidad

La OIT alerta: faltan 50 millones de empleos “decentes” para garantizar la cobertura médica

Sede de la OIT

La Organización Internacional del Trabajo advierte que está situación se agravará en los próximos 15 años por el envejecimiento demográfico. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha advertido que este año “se estima que faltan 50 millones de empleos decentes en el mundo para responder a las necesidades de salud a través de la cobertura sanitaria universal y garantizar la seguridad humana, en particular en lo que se refiere a enfermedades altamente infecciosas como el Ébola”. Esta delicada situación se agravará en los próximos 15 años por el envejecimiento demográfico, lo que aumentará el número de empleos necesarios para garantizar la atención médica en el mundo hasta 84 millones.
 
Así lo pone de manifiesto la OIT en su informe ‘Health workforce: A global supply chain approach’ (Personal de la salud: Un enfoque basado en la cadena mundial de suministro) en el que proporciona nuevos datos sobre los efectos de la economías de la salud sobre el empleo en 185 países. Esta vez, la organización incluye a todos los trabajadores de la economía en su conjunto que contribuyen con la prestación de atención médica y servicios sanitarios, tanto dentro de los países como entre ellos, en las cadenas mundiales de suministro de la salud.
 
Los datos recabados por la OIT demuestran que en todo el mundo hay una fuerza de trabajo invisible de 57 millones de trabajadores no remunerados que cubre las enormes carencias de profesionales de la salud calificados. La mayoría son mujeres que abandonaron su empleo para cuidar de, por ejemplo, los miembros más ancianos de la familia.
 
Según el estudio, unas 234 millones de personas en el mundo trabajan para alcanzar las metas relacionadas con la salud como la cobertura universal de la salud. Este número incluye a 27 millones de doctores y enfermeras y otros profesionales de la salud empleados en el sector público y en el privado.
 
Sin embargo, 106 millones de trabajadores, el 70% de la fuerza de trabajo de la economía de la salud, está empleada en ocupaciones no sanitarias. Estos últimos incluyen a los 57 millones de trabajadores familiares no remunerados antes mencionados, y otros 45,5 millones de trabajadores en empleos mal remunerados, sin condiciones de trabajo decente, sobre todo en las áreas de mantenimiento, limpieza, apoyo administrativo y cuidado informal.
 
“La cuarta revolución industrial podría hacer que algunos empleos se vuelvan obsoletos y desplazar el empleo, pero los servicios de salud generarán millones de empleos”, apunta Isabel Ortiz, Directora del Departamento de Protección Social de la OIT. “La creación de los millones de empleos que faltan permitirá mejorar los niveles de vida, el crecimiento económico y el desarrollo, en particular en los países con altos niveles de desempleo entre los trabajadores poco calificados y desprovistos de servicios de asistencia médica”, señala Ortiz.
 
Según la autora del informe, Xenia Scheil-Adlung, coordinadora de Políticas de Salud de la OIT, esto se debe al hecho de que el 91% del potencial de empleo de la salud se encuentra en los países de ingresos medios bajos y de ingresos bajos de África y Asia, donde estos empleos estimularían el crecimiento económico y contribuirían al pleno empleo.
 
Actualmente en África, 15 millones de trabajadores podrían estar empleados en la economía formal si se invirtiesen suficientes recursos en la cobertura sanitaria universal. En Asia, el potencial actual de empleo es de 29 millones de trabajadores en ocupaciones sanitarias y no sanitarias. Para 2030, otros 27 millones de empleos podrían ser creados en África y 39 millones en Asia.
 
El estudio constata que la inversión en un empleo de médico o enfermera da trabajo a 2,3 trabajadores que no tienen una profesión sanitaria. Asimismo, sugiere que en la respuesta a las necesidades de salud debería tenerse plenamente en cuenta el gran número de personas que trabajan en la economía de la salud en el sentido amplio, en ocupaciones no sanitarias, sobre todo los trabajadores no remunerados.
 
Para alcanzar resultados sostenibles y avanzar hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, la OIT destaca que será fundamental prestar atención especial a las condiciones de trabajo decente para todos los trabajadores en la cadena mundial de suministro de la salud y en las economías de la salud nacionales, incluyendo el pago de salarios adecuados y la cobertura de la protección social.

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