«Transittion economics» (2)

Transiciones

«Transittion economics» (2)

Política transicional

Lo primero es que hoy está más que demostrado (“Why Nations Fail?”, por ejemplo) que existe una correlación positiva entre calidad de las instituciones y resultados económicos. En el artículo anterior prometimos responder preguntas y a eso vamos. Primera y segunda: ¿Qué pasa en las relaciones entre economía y política en transiciones a la democracia, al mercado, o a ambos? ¿Qué explica las fallas en los ejemplos de Rusia y Venezuela, citados en el artículo anterior?
 
Lo primero es que hoy está más que demostrado (“Why Nations Fail?”, por ejemplo) que existe una correlación positiva entre calidad de las instituciones y resultados económicos. Instituciones fuertes producen economías exitosas. Y el caudillismo corporativista (Rusia y Venezuela) no es una expresión institucional. Es premoderno. No tiene nada que ver con el mercado y la democracia institucionalizados que plantean las investigaciones y formulaciones más focalizadas en el estudio de los procesos de transición y consolidación política y económica (libro de Linz y Stepan, por ejemplo).
 
En Venezuela, que es el caso que más nos interesa, de 1.968 a 1.978 “se dio un proceso político de desmontaje de las instituciones económicas previas. Se cambió las efectivas, aunque incompletas, instituciones económicas que permitieron un período virtuoso de 50 años de crecimiento sin volatilidad por un corporativismo prebendario que significó la caída de la economía y la política, frustrando y haciendo regresiva la también virtuosa transición a la democracia suscitada en los ‘50” (extraído de presentaciones gráficas nuestras).
 
Tercera: ¿Hay, entonces, contradicción entre política y economía en los procesos de cambio transicional? No. Lo hay si la política domina sobre las instituciones. Se debe entender que el cambio transicional principal debe ser para la primacía de las instituciones y su buen diseño. Son la garantía del éxito. Pasa que los Estados, no siempre son expresión de los intereses generales, por asuntos ligados a la política. Un ejemplo es también ruso: su proceso de privatización. Por falta de instituciones que preservaran los intereses generales, los captadores de rentas de situación hicieron de las suyas. Las primeras dependen de quienes las formulan y si ésos están interesados en rentas, el Estado de Derecho se convierte en derechos sobre el Estado. Por eso, hoy Rusia es un “capitalismo de amigotes”. Eso ya está pasando en Venezuela, con privatizaciones alegres. ¿No lo es el proceso salvaje en el llamado “Arco Minero”?
 
Cuarta: ¿Y quiénes son esos seres especiales que deben conducir una transición? Lo hemos estudiado por diversas vías. Para el ruso-norteamericano Shleifer (2012), “la transición a los mercados es cumplida por nueva gente, no por la anterior con mejores incentivos”. Sin embargo, China, un exitosísimo caso de transición económica, demostró lo contrario. Hemos planteado, en nuestra Serie de cuarenta artículos del año pasado, que lo importante es el liderazgo con vocación hegemónica a favor de una idea-fuerza. Es decir, “una explícita definición de futuros”. No tenerlo es “costoso en la procura de la institucionalidad base de la consolidación democrática”.
 
Quinta: ¿podemos adelantar un listado de condiciones y acciones? Sí. A título preliminar: 1. No todo agente político o económico es útil (el bloque hegemónico debe ser explícitamente para el cambio). Ver los diferentes ejemplos de Europa Oriental. 2. La baja de los costos de transacción –cometido importante del cambio- pasa por los mejoramientos debidos a las instituciones, dependientes del modelo político. En eso, Venezuela es buen ejemplo de un mal ejemplo (disculpen el juego de palabras). 3. Las acciones económicas y políticas son interdependientes; pero, el interés pecuniario puede no llevar a un marco apropiado: la elección es un bien público y los intereses son privados. De nuevo, el ejemplo de la privatización rusa. Y, finalmente, 5. Hay que tener mucho celo con la posibilidad de regresiones políticas. Nos lo muestra nuestro ejemplo nacional, tantas veces citado. Mucho celo al modelo de gobernanza.
 
Santiago José Guevara García
Valencia, Venezuela
[email protected] / @SJGuevaraG1

Más información