La resolución llega dos semanas después de la victoria de Donald Trump, caracterizado por su escepticismo hacia la OTAN Todavía reciente la victoria de Donald Trump en EE.UU.; el Parlamento Europeo ha aprobado hoy una resolución en la que pide dedicar el 2% del PIB a Defensa, establecer fuerzas multinacionales, un cuartel general operativo de la UE, y que la Unión actué cuando la OTAN no lo haga. Unas palabras que se sitúan en el reverso de la política aislacionista y del escepticismo hacia la Alianza Atlántica que promueve el ya el presidente electo.
Así, aunque esta resolución responde a un trabajo que venía desarrollándose desde hace tiempo para hacer frente a desafíos como el terrorismo, las amenazas híbridas o la inseguridad energética y cibernética; la cooperación en materia de seguridad y defensa es indudable que ha ganado posiciones en la lista de prioridades europeas. En este sentido, resulta reveladora esa afirmación de la resolución en el sentido de que «la UE debe estar preparada para actuar sola en caso de que la OTAN no esté dispuesta», según recoge la nota oficial de prensa.
Ello, pese a que la resolución afirma al mismo tiempo que «la UE y la OTAN deben cooperar más, particularmente en el este y el sur, para hacer frente a las amenazas híbridas y cibernéticas, mejorar la seguridad marítima y desarrollar las capacidades de defensa». Y es que después de todo, como ha señalado el diputado estonio del grupo liberal (ALDE) de la Eurocámara que preparó la resolución, Urmas Paet, “la Unión no está equipada para hacer frente a serios desafíos en el ámbito de la defensa».
El motivo a juicio de Paet es que «drante casi 30 años, la mayoría de países han ido recortando sus presupuestos en Defensa, haciendo los ejércitos cada vez más pequeños”. Por ello, el estonio ha incidido en que “Europa sigue confiando en gran medida en la OTAN y la solidaridad de EE.UU.».
Pero, a juicio de la mayoría de los eurodiputados, ha llegado el momento de cambiar esta situación. Por ello, con 369 votos a favor, 255 en contra y 70 abstenciones han instado a los países miembro a acometer compras conjuntas de material militar, y a compartir los equipos no letales, como vehículos y aviones de transporte.
Los eurodiputados han exigido además que las fuerzas armadas de los distintos países de la Unión mejoren su cooperación para evitar la duplicación y el exceso de capacidad. Factores que, junto a los obstáculos en la contratación pública, estiman que sirven para generar unos sobrecostes anuales de 26.400 millones de euros, según asegura la resolución.
Por ello, con el propósito de eliminar dichos obstáculos en la contratación pública en materia de defensa, han sugerido la realización de “un semestre europeo sobre defensa mediante el que los Estados miembros consulten entre sí sus ciclos de planificación y planes de contratación pública”. También reforzar el papel coordinador de la Agencia europea de Defensa.
Además, se anima al Consejo Europeo a asumir un papel protagonista en la progresiva definición de una política común de defensa de la Unión y a facilitar los recursos financieros necesarios para garantizar su aplicación. Una estimación de recursos que llega nada menos que a considerar que los países deberían gastar el 2% del PIB en este ámbito.
Un porcentaje que para ponerlo en perspectiva sería prácticamente el doble que todo el presupuesto comunitario que apenas representa el 1% de la riqueza que generan al año las economías de la UE. De esta forma, el presupuesto anual de la UE ascendió, por ejemplo, en 2015 a 145.000 millones de euros.
Como paso previo, el Parlamento respalda la propuesta de poner en marcha en la UE proyectos de investigación en defensa y calcula que debería destinarse al menos 90 millones de euros los próximos tres años para su fase inicial de desarrollo. A continuación, le sucedería un programa europeo con una dotación anual de 500 millones anuales.
