La victoria de Trump pone en barbecho el mercado de fusiones y adquisiciones

Elecciones en EEUU

La victoria de Trump pone en barbecho el mercado de fusiones y adquisiciones

    Donald Trump, presidente electo de EEUU

    La operación de integración de Time Warner en el universo de la operadora AT&T es la que más dudas de éxito suscita entre los analistas de Wall Street. El mercado de operaciones corporativas está en cuarentena en EEUU. La victoria de Donald Trump en las presidenciales de la mayor economía del mundo ha sobresaltado a empresarios y analistas, que parecen preferir retrasar sus planes de futuro en materia de fusiones y adquisiciones para tomar el pulso a este novato en política.
     
    Desde varias casas de asesoría de fusiones y adquisiciones se apunta que muchos procesos abiertos antes de la celebración de elecciones se habían ralentizado con el avance de la campaña, a la espera de poder conocer mejor el programa económico de los candidatos y sacar el máximo partido de él. Sin embargo, la dureza de los mensajes del vencedor republicano y su falta de trayectoria en la gestión de lo público lleva a muchos expertos a seguir optando por la espera a falta de conocerse más detalles sobre cuál será su hoja de ruta en esta materia.
     
    El primer afectado por el cambio de inquilino de la Casa Blanca podría ser el imperio mediático Time Warner, sobre el cual pende una oferta pública de adquisición (OPA) del gigante de las telecomunicaciones AT&T. Conforme el sentimiento de que la operación podría quedarse en el cajón o al menos posponerse más de lo previsto inicialmente, la primera se ha ido deslizando por debajo de los 108 dólares por acción que están sobre la mesa y que suponen una considerable prima frente a los 86 dólares a los que actualmente cotizan sus títulos.
     
    Un portavoz de la campaña de Trump afirmó el pasado 23 de octubre que el empresario metido a político “nunca aprobaría una operación así”. En este sentido explicó que la intención del republicano no sería otra que “romper los nuevos oligopolios de conglomerados de medios de comunicación que han ganado un enorme control sobre la información que recibimos”. Sin embargo, el radical cambio de tono que se aprecia en su discurso desde la recta final de la campaña hasta sus primeras intervenciones como presidente electo hace pensar que quizá esta amenaza no llegue a consumarse.
     
    En esta última opinión se mueven los analistas de Credit Suisse, que en un reciente informe al respecto consideran que las preocupaciones sobre el bloqueo de operaciones corporativas y más específicamente en el caso AT&T – Time Warner han sido “exageradas”. En su opinión, la última palabra seguirá dependiendo del criterio del Departamento de Justicia y las autoridades de evaluación de la competencia. En este caso, el que se trate de una operación vertical y no de absorción de competidores directos en el mismo nicho de mercado se convierte en una circunstancia favorable a tenor de los dictámenes que estos organismos han emitido anteriormente en casos similares.
     
    Otras megaoperaciones corporativas que quedarían en el aire hasta que Trump definiese más claramente su programa económico, que parece ir encaminado hacia una profunda reforma tributaria según los primeros indicios, son la de las tabaqueras British American Tobacco y Reynolds American, las tecnológicas Qualcomm y NXP Semiconductors. Otras promesas electorales como la obligatoriedad de desarrollar ciertas tasas de producción en territorio estadounidense también en el candelero.

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