Fumarse un porro de marihuana ya es legal para una quinta parte de EEUU

Elecciones en EEUU

Fumarse un porro de marihuana ya es legal para una quinta parte de EEUU

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Los ciudadanos estadounidenses se han pronunciado, además de sobre sus gobernantes y cargos públicos, en torno a marihuana, condones, impuestos medioambientales… Una quinta parte de la población adulta estadounidense ya puede fumarse un porro de marihuana sin temor a que un agente le dé el alto. Tres estados más han legalizado su uso recreativo en las elecciones de este martes, que -como es habitual en EEUU- además del nombre del futuro presidente han consultado sobre las más variopintas cuestiones de gestión pública.
 
Con la aprobación por parte de California, Massachusetts y Nevada, ya son siete los estados en los que se permite el uso recreativo del cannabis por parte de adultos. Antes de este martes de cita con las urnas, esto ya estaba recogido en el reglamento normativo de Alaska, Colorado, Oregón y Washington, incluyendo también el Distrito de Columbia. En estos territorios vive un 20% de la población mayor de edad de EEUU, según los últimos censos disponibles para estos comicios presidenciales.
 
En opinión de varios de los políticos defensores de la legalización más allá de los límites del uso terapéutico para el alivio de dolores, lo cual está mucho más extendido en EEUU, este resultado fuerza al nuevo Gobierno Federal a debatir con seriedad sobre el tema. El demócrata Earl Blumenauer, de Oregón, considera que el equipo de Donald Trump debería plantearse seriamente equiparar la marihuana al alcohol, lo que supondría el desarrollo de todo un nuevo reglamento legal al respecto, según declaraciones recogidas por The New York Times.
 
Hoy por hoy, la norma federal impide el comercio de cannabis incluso entre estados donde esta práctica ya está aprobada y legislada. Sin embargo, tras este martes, hay un gran bloque de estados de la Costa Oeste donde fumarse un porro de marihuana deja de estar penado y son las autoridades del orden las que comienzan a hablar ya de la posibilidad de establecer estructuras conjuntas de supervisión y control que harían más efectivo el cumplimiento de la legalidad.
 
Este punto no ha sido el único sobre el que los estadounidenses se han pronunciado más allá de la elección de nuevo inquilino para la Casa Blanca. Además de renovar senadores y congresistas, los ciudadanos de la mayor economía del mundo también se han pronunciado sobre cargos electivos de los estados y condados, así sobre diversas consultas de carácter vinculante.
 
Los votantes de Florida han podido pronunciarse sobre la conveniencia de establecer una enmienda a la Constitución estatal que limite a los hogares la posibilidad de vender energía eléctrica generada mediante paneles solares. En Washington, el tema medioambiental ha estado presente ante la posibilidad de fijar un impuesto a las emisiones de carbono en línea con el plan que Obama tuvo que dejar en un cajón y que pasaría por gravar con más de 20 dólares cada tonelada emitida desde 2018 para llegar a los 100 dólares en un plazo de 40 años.
 
Ni presos esclavos, ni actores porno sin condón
 
En Colorado, la cita es con la abolición definitiva de la esclavitud, que si bien se daba ya a efectos prácticos, en la normativa estatal seguía contemplándose en casos voluntarios o para castigos por un crimen si así lo determinaba el juez. En California, dos iniciativas opuestas se plantean si acelerar el proceso judicial para dar pena de muerte a los condenados al castigo capital o bien trocar sus penas por cadenas perpetuas.
 
Además de cuestiones sobre salarios mínimos interprofesionales, normas de caza y pesca, programas de apoyo a personas indigentes y el establecimiento de sistemas estatales de salud pública, se cuela otra de las propuestas más triviales: el uso obligatorio de preservativos en las grabaciones pornográficas que tengan lugar en ‘el Estado Dorado’ de la costa del Pacífico. Una proposición que podría forzar el desplazamiento de este tipo de producciones desde la trastienda de Hollywood hacia el Estado de Nevada, uno de los más prolíficos en cine para adultos.

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