El Gobierno argentino estrecha el cerco a los Eskenazi en YPF

Economía

El Gobierno argentino estrecha el cerco a los Eskenazi en YPF

El consejo de YPF decidirá hoy si mantiene, recorta o suprime el dividendo, algo que determinará el futuro de la compañía. Aunque al cierre de esta edición aún se desconocían las conclusiones de dicha reunión, en el sector se da por hecho que la filial de Repsol apostará por un recorte para suavizar las tensiones con el Gobierno de Cristina Fernández, algo que le provocaría serios problemas a los Eskenazi.

Hasta ahora, YPF ha destinado el 90% de su beneficio neto anual a dividendos, un ‘pay out’ muy elevado porque, tal y como se pactó con el Ejecutivo, el grupo local Petersen pagaría con estos fondos el crédito financiado por la propia Repsol para comprar el 25% de la compañía argentina. El año pasado, YPF repartió 600 millones de euros en dividendos, que aún no se han distribuido (tampoco los del ejercicio 2010).

“La ausencia de dividendo en efectivo dificultará el servicio de la deuda”, advirtió recientemente UBS, que ha cifrado el coste actual del préstamo con los intereses en 1.460 millones de euros.

Sin dinero para pagar sus deudas, Enrique Eskenazi podría verse obligado a vender su participación al Estado (o a las provincias, que volverían a participar en el capital de la petrolera como sucedía antes de que Repsol se hiciera con su control en 1999). Aunque este es sólo uno de los escenarios posibles, porque como la garantía del préstamo del grupo Petersen son las propias acciones de YPF, podría ocurrir que la compañía que preside Antonio Brufau viera aumentar su participación en su filial, donde ahora controla un 57% del capital.

La Casa Rosada basa todo su acoso a Repsol en el elevado ‘pay out’ de YPF porque considera que tendría que destinar una mayor proporción de sus beneficios a acometer inversiones. Según datos de la compañía, en 2011 realizó inversiones récord, principalmente en exploración y producción, por más de 3.000 millones de dólares, un 50% más que en 2010, y pagó impuestos por 6.400 millones de dólares, también una marca histórica.

Aunque los 600 millones del dividendo serían más que insuficientes para solucionar el problema del déficit comercial argentino, el Gobierno sí podría considerarlo como un buen gesto. La balanza comercial del sector energético arrojó en 2011 un déficit superior a los 3.000 millones de dólares y la previsión para este año es aún más negativa.

Horas antes de la reunión del consejo de YPF, el jefe del gabinete del Ejecutivo argentino, Juan Manuel Abal Medina, ha afirmado que el Gobierno no quiere nacionalizar la compañía y que aspira a que la filial de Repsol eleve su producción de hidrocarburos. Los rumores acerca de una eventual nacionalización de YPF provocaron fuertes caídas en sus acciones. La compañía perdió 6.000 millones de dólares en valor de mercado en pocas semanas.

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