‘Pelillos a la mar’: Iglesias intenta comenzar de cero con Sánchez

Investidura de Rajoy

‘Pelillos a la mar’: Iglesias intenta comenzar de cero con Sánchez

Pablo Iglesias, líder de Podemos

El líder de Podemos deja a un lado las acusaciones del pasado para intentar hacer las paces con el líder socialista.  Cerca de seis meses han pasado desde el primer debate de investidura de Pedro Sánchez hasta la sesión que Mariano Rajoy está protagonizando esta semana. En ese margen ha dado tiempo para organizar unas nuevas elecciones, unos Juegos Olímpicos y una Eurocopa. Ha habido tanto espacio entre esas dos sesiones de investidura que ha facilitado que los actores políticos del Congreso cambien radicalmente el arco dramático de sus personajes sin resultar demasiado sorprendente.
 
Lo de Albert Rivera y Mariano Rajoy era ciertamente previsible. Nada auguraba que entre ellos dos se instalase un clima de discordia al nivel del Sánchez-Iglesias. Rivera ya había demostrado precisamente con Sánchez que era un verdadero “hombre de Estado” y en esta ocasión se entiende que ha multiplicado ese apelativo. Lo suyo son los ‘grandes partidos’ y eso era algo que se sabía antes y después de Río 2016.
 
Por lo tanto, el mayor cambio argumental que ha habido entre aquel intento de investidura de marzo y éste de finales de agosto ha sido el sufrido por Pablo Iglesias. En aquella ocasión Iglesias no dejó títere con cabeza, y repartió su verbo con tanta vehemencia por todo el hemiciclo que allí solo quedaron los restos de los puentes derrumbados. Especialmente los que le unían al que por entonces presentaba su candidatura a la presidencia, Pedro Sánchez. El secretario general de Podemos ninguneó de tal modo al líder socialista que la esperanza de cualquier pacto entre ambos partidos quedó por los suelos.
 
La frase acusando a Felipe González de “tener el pasado manchado de cal viva” fue la punta del iceberg para algunos de los diputados socialistas que, revueltos en sus asientos, ‘juraron’ no volver a querer saber nada de Iglesias. Y Podemos ídem con los socialistas. No hay que olvidar que antes de esa alusión a Felipe González y los GAL, Pablo Iglesias tuvo que escuchar cómo le relacionaban con los asesinos de Isaías Carrasco.
 
“Con muchísimo respeto a sus votantes: el próximo lunes 8 se cumplen ocho años del asesinato de Isaías Carrasco, un trabajador de un peaje asesinado por ETA por aquellos a los que usted dijo ayer que eran presos políticos” dijo Sánchez a Iglesias.
 
Sin embargo, seis meses después de aquel episodio la historia ha cambiado de tal manera que hoy resulta evidente que aquella estrategia agresiva fue un equívoco para los dos. O quizá no fuera estrategia y simplemente ahora se haga cierta la leyenda que dice que después de una discusión la pasión engrandece. En cualquier caso, si atendemos a las palabras que Pablo Iglesias ha dedicado a Pedro Sánchez durante la sesión de hoy, el giro ‘amoroso’ es concluyente y los ‘pelillos’ que podía tener Podemos se han echado a la mar.
 
“Me hago cargo, señor Sánchez, de que su posición es muy incómoda. Las elecciones del 20D cambiaron el sistema de partidos en España y obligaron a su partido a elegir. A elegir entre construir el futuro con el PP o construirlo con nosotros. En las inmediaciones de su propio partido algunos quisieron incluso prohibirle gobernar con nosotros. Pero hoy voy a elogiarle en algo. No estábamos seguros de que usted fuera a resistir las presiones de que ha sido objeto para que pactase con el PP […] Por eso le doy las gracias, por no facilitar un gobierno del PP” le ha dedicado el líder de Podemos al secretario general del PSOE.
 
Además, Iglesias le ha sugerido con talante socialista mantener y afianzar nuevas alianzas a lo largo y ancho de España: “A pesar de nuestras enormes diferencias, de los agravios y de los recelos mutuos, creo que la realidad política y electoral nos debe empujar a buscar un acuerdo. Lo hemos logrado en muchos ayuntamientos y comunidades autónomas, y estoy convencido de que también lo lograremos muy pronto en Galicia”.
 
 

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