La olvidada juventud española, a examen

Jóvenes

La olvidada juventud española, a examen

Manifestación de estudiantes

Una radiografía del estado en el que se encuentra la juventud española. El día de la juventud ha cumplido 17 años con las mismas incertidumbres que tiene una persona a esas fatídicas – sobre todo en el hogar – edades. La precariedad laboral, el ‘exilio’ forzoso, el aumento de la exclusión social y pobreza o el desempleo son el acné incipiente de una juventud abandonada por las políticas del Gobierno.
 
Hablamos de una generación que tuvo que soportar – sin tener lugar donde defenderse – el cuestionable apelativo calificativo de ‘ni-ni’, y que a día de hoy sigue sin poder desembarazarse de él en determinados círculos. La idea de considerar que una generación ni estudia ni trabaja por cuestiones de voluntad propia es tan macabra como esconder que en realidad una generación no estudia ni trabaja porque no le dejan hacerlo.
 
Lo primero antes de describir la situación global en la que se encuentra la juventud en España convendría definir qué es ser joven, y sobre todo, quién es joven. Porque a pesar del esfuerzo de muchos y el verbo de otros – “la juventud está en la mente”, y esas cosas – los márgenes de edad están más o menos delimitados y nos dicen que alguien menor de 35 años es joven. En algunas estadísticas esa cifra baja a los 30 años.
 
Empleo
 
Debido a esa variación en los límites de las edades no es fácil determinar un porcentaje exacto del desempleo juvenil en España. Lo que sí está claro es que en ambos casos supera el 40% la cifra de desempleados jóvenes en España. Una cifra ‘insultante’ que solamente Grecia supera dentro de la Unión Europea. Además, entre los asalariados jóvenes se instala otra grave problemática, la temporalidad de sus empleos. El 70,4% de los contratos juveniles en España son temporales. La media europea es del 25%. La recuperación económica, desde luego, no llega a los jóvenes
 
Según el informe del BBVA “La formación y el empleo de los jóvenes españoles”, los sectores de mayor ocupación en el empleo juvenil son los servicios ligados al comercio, a la hostelería y restauración, a los servicios a las empresas y a la sanidad pública y privada. La Industria representa el 11,6% de los empleos juveniles y los servicios públicos un 10,4%.
 
A pesar de los datos preocupantes, el Ministerio de Empleo indicó este viernes que el paro juvenil se ha reducido en 358.284 personas desde que Mariano Rajoy llegó al Gobierno, lo que supone una bajada del 37%, y una reducción del 12,97% en los últimos doce meses, informa el ministerio. Julia Chica, presidenta del Consejo de la Juventud de España, asegura a ElBoletin.com que “el gobierno puede disfrazar la tasa del paro, pero que haya menos solicitantes es porque más de 200.000 jóvenes huyeron de España el año pasado según estadísticas oficiales de migraciones. Un récord”.  Se calcula que son más de 500.000 los jóvenes españoles que han emigrado desde que comenzase la crisis.  
 
El desempleo, los elevados niveles de temporalidad, la disparidad en el mercado laboral (lo que ofrece el trabajador y lo que pide la empresa) y el bajo salario que reciben condena a los jóvenes a un futuro lleno de inestabilidad que les aboca “a la resignación o al exilio”, lamenta a Juventud En Pie a ElBoletín.com.
 
Un informe realizado por el Consejo de la Juventud de España señala que el salario medio de una persona menor de 29 años en España es de 11.158,98 euros al año. Es decir, menos de mil euros al mes. Solo un 10% gana por encima de los 1.800 euros mensuales. De esta forma se entiende mejor que solamente una de cada cinco personas (20,5%) se pueda independizar en España. Para Julia Chica, la presidenta del Consejo de la Juventud de España, esta situación no es culpa sólo de la crisis, sino de la falta de voluntad política. “Si no se sube el salario mínimo a los 1000 euros y se realizan políticas de empleo que favorezcan la temporalidad y la precariedad el panorama no va a mejorar”.
 
El Consejo de la Juventud de España recuerda que en estos momentos el riesgo de pobreza y exclusión social entre las personas de 16 a 29 años está en un 38%.
 
Educación
 
Otra de las patas que provoca esa ‘forzada’ generación ni-ni es la educativa. La educación está en el inicio y en el final de los problemas de un país que, por cierto, tiene más licenciados universitarios que Finlandia. Ahora que está de moda comparar todo con este país. En España el 41,1% de las personas cuenta con título superior, por encima de la media de la OCDE y la UE. Además, los jóvenes que acceden a la universidad representan un 52%, acercándose cada vez más a la media europea (56%). Las carreras más demandadas siguen siendo medicina, veterinaria, enfermería, ciencias de la vida, otras ciencias de la salud y periodismo.
 
El problema es que, según datos de Eurostat, en España solamente el 68,7% de los licenciados en grados superiores encuentran trabajo. El quinto porcentaje más bajo de Europa.
 
 “El problema de la educación no es del estudiante, sino del modelo que no invierte en I+D+I para aprovechar nuestro talento. Nuestros jóvenes cualificados se van a otros lugares que crean nichos económicos que sí valoran su talento. Nuestro modelo solo les ofrece turismo y servicio. Servir café está muy ben, pero no servimos sólo para eso. El Gobierno no invierte en políticas educativas para la juventud”, lamenta Julia Chica que recuerda la necesidad de relacionar políticamente la educación con el empleo, o viceversa.
 
Sin embargo, con el incremento de las tasas universitarias y el precio medio que cuesta estudiar una carrera en España se antoja complicado poder converger la educación con el empleo. Según un informe de este año de la Federación de Enseñanza de CCOO, un alumno español paga 1.110 euros por matricularse en un grado mientras que los alemanes, con salarios más elevados, pagan 50 euros. Los noruegos y los finlandeses, no pagan nada. Por mantener el plan de compararnos con los escandinavos. Lo mismo ocurre con la matrícula en el máster, pues en España cuesta 2.020 euros de media, y en Alemania 50. Brillante.
 
El asunto siempre podría solventarse con las becas, pero con el Gobierno de Rajoy las cuantías de las becas universitarias han caído a niveles de hace una década. Los beneficiados reciben de promedio 2.562 euros, un 14% menos que en 2008, pese a que el poder adquisitivo de las familias ha bajado más de un 5%.
 
No obstante, existen luces al final del túnel. El rendimiento académico ha subido un 20% en los últimos cinco años y el abandono escolar está en su mínimo histórico, el 19,7%.  La falta de oportunidades laborales y la caída del sector de la construcción – en comparación a los niveles previos a 2008 – provoca que muchos jóvenes continúen el sendero formativo.
 
Ideología política
 
La juventud española es de claramente de izquierdas. Según un estudio publicado hace dos meses por Metroscopia, el 50% de los jóvenes entre 18 y 34 años se considera de izquierdas. El 26% se sitúa en el centro ideológico y el 19% en la derecha. Los restantes no saben, no contestan. En consonancia con estos datos no sorprende que Podemos sea el partido de referencia para la juventud. El 44% de ellos se muestran favorables al partido de Pablo Iglesias. El 17% al Partido Popular, mismo porcentaje que Ciudadanos. Al PSOE se adhieren ideológicamente el 13% de los jóvenes.
 
Machismo
 
El machismo y la violencia derivada de él se han convertido en una de las principales lacras de este país. La juventud no sólo no está exenta de este problema, sino que ha sentido un repunte de él. Según Juventud En Pie este repunte se debe “a la falta de atención de las instituciones, sobre todo en el ámbito de la educación, la base de todo para construir una sociedad igualitaria”. Pilar Chica considera que para evitarlo “hay que educar en el feminismo. Eso no es decir que la mujer está por encima del hombre, si no a la misma altura. Se necesita visibilizar el papel de la mujer en la sociedad. Y eso compete a todos los sectores, desde la educación a los medios de comunicación”.

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