Cuando a Rajoy le parecía mal ceder ante los nacionalistas

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Cuando a Rajoy le parecía mal ceder ante los nacionalistas

Mariano Rajoy, presidente del Gobierno en funciones

El ‘coqueteo’ del PP con Convergència en el reparto de poder en la Mesa del Congreso choca con las críticas que los populares, con Rajoy a la cabeza, dedicaron al PSOE hace unos meses. ‘Donde dije digo, digo Diego’. El guiño o ‘coqueteo’ que ha protagonizado esta semana el PP con los nacionalistas de Convergència con motivo de la constistución del Congreso para garantizar que Ciudadanos ostentase la vicepresidencia primera de la Cámara y los populares tengan la vicepresidencia tercera dista, y mucho, de la actitud de Mariano Rajoy y los suyos en la pasada ‘mini’ legislatura.

“Para llegar a la Presidencia del Gobierno no vale todo”, afirmaba el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, el pasado 16 de enero en su cuenta de Twitter tras la decisión unos días antes del PSOE de ceder senadores al PNV y a Democràcia i Llibertat (nombre con el que CDC se presentó a las elecciones generales del pasado diciembre) para tener grupo propio. “La cesión del PSOE a independentistas en el Senado no tiene explicación”, criticó el líder del PP.

Un ‘tuit’ que está corriendo como la pólvora en los últimos días por las redes sociales, ya que el PP estaría dispuesto a ser ahora el ‘salvador’ de los nacionalistas vascos y prestar algunos de sus senadores para que los jeltzales puedan contar con grupo parlamentario propio en el Senado. No así con Convergència, que parece abocada a ir al Mixto.

Rajoy no fue el único que a principios de año se lanzaba contra los socialistas por sus cesiones a los nacionalistas. La plana mayor del Gobierno y del PP seguián su estela. “Me gustaría saber qué opinan los votantes socialistas de Lugo o de Cantabria, que ven cómo su voto va a servir para dar más relieve a los independentistas en el Senado”, señalaba la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría.

Incluso, había quién acusaba al PSOE de estar pactando con los que quieren “romper Cataluña del resto de España”. Este fue el caso del líder del PP en el Parlament, Xavier García Albiol, que censuró la “incoherencia”.

“No tiene sentido que los socialistas regalen senadores para que los independentistas de CDC y de ERC tengan grupo propio y puedan hacer con más recursos su trabajo de romper Cataluña de España. Mientras, en Cataluña, el PSC renuncia a hacer oposición en el Parlament al negarse a participar en la ‘comisión para la ruptura’ dejando sin voz a sus electores”, afirmó en su día Albiol, según recogió Europa Press.

El ministro de Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, alertó incluso al Partido Socialista que formar un Gobierno con ERC y CDC sería “letal para España”. Y es que, ambas formaciones tienen “una hoja de ruta para destruir España”.

El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, también se sumó a esta campaña. “Estamos en una oportunidad histórica y hay algunos que quieren hacerlo de la mano de los bolivarianos y de algunos que quieren romper España (…) Irse con la extrema izquierda o con los independentistas sería algo muy negativo”, dijo en una entrevista en la SER el pasado enero.

Da la casualidad que el propio Hernando fue el encargado esta semana de desvelar el misterio sobre los diez diputados que facilitaron el reparto de las vicepresidencias de la Mesa del Congreso para Ciudadanos y el PP. Estos apoyos salieron de las filas de Convergència, PNV y Coalición Canaria (CC).

“Se trata de un acuerdo puntual que ha servido para garantizar que el acuerdo entre Ciudadanos y PP no se frustrara”, explicó en la Cope el popular, que achacó estos votos a “decisiones individuales de diputados de esas formaciones” y se mostró “partidario de que Convergència tenga grupo”.

“Si hay un resquicio jurídico yo soy partidario de que Convergència tenga grupo, como también soy partidario de que cambie esta actitud en la que se ha enrocado en los últimos tiempos. Es hora de que cambie, que deje de estar en manos de ERC, que vuelva a la senda de los principios constitucionales, y que para ello tengan voz en el Congreso y no hacer victimismo”, defendió Hernando, que recordó que “hay algún precedente” al respecto.

Unos “precedentes” a los que también ha hecho alusión la vicesecretaria de Estudios y Programas del Partido Popular, Andrea Levy, que ha sido otra de las voces que han apostado por un grupo parlamentario propio para los nacionalistas catalanes. Y lo ha hecho, esgrimiendo la “cortesía parlamentaria” y aclarando que no habrá “ninguna cesión en nada que tenga que ver con el debate territorial”.

Da la sensación de que Mariano Rajoy se ha olvidado ya de sus palabras del pasado enero y está dispuesto a gobernar, aunque ello conlleve ceder ante los nacionalistas catalanes, los mismos con los que ha protagonizado más de una ‘batalla’ a lo largo de sus años en La Moncloa.

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