Ciudad Maravilla: La Habana

Desde el Malecón con...

Ciudad Maravilla: La Habana

La Habana

La capital de Cuba celebrará su selección entre las siete ciudades maravillas del mundo. Si a algún habanero término medio para con las pasiones se le preguntase qué le parece que su urbe fue nombrada en el 2014 entre las siete Ciudades Maravillas modernas, la extrañeza le recorrerá de punta a cabo la geografía humana. Y cuidado no falten los que con razón apunten que sí, que se trata de una maravilla de que aún esté en pie porque si la sorprende un fuerte huracán, más de la mitad se viene abajo por el añejo deterioro y la falta de mantenimiento de más de un 50% de sus inmuebles.

Próxima la fiesta para celebrar tan importante acontecimiento que muy tenuemente se ha dicho que la razón principal del nombramiento obedece a su patrimonio humano y no a otras razones tal vez secundarias. Entonces no sólo será la capital la galardonada, sino toda la isla dada su idiosincrasia. Desde hace años, gracias a un equipo multidisciplinario de expertos de la empresa Publicitur, quedó demostrado científicamente que al final de la estancia en Cuba lo que había impresionado más al visitante no eran las playas ni los monumentos coloniales, sino el carácter de sus gentes y que ello constituía una motivación para la repitencia.

Esto, por un lado. Y por el otro hay que reconocer que a pesar de los pesares y del esfuerzo casi sobrehumano de Eusebio Leal y su grupo de restauración, la parte vieja, la turística, crece cada vez más para deleite del caminante.

Aun así, la ciudad en pleno, sigue con esa etiqueta tan bien puesta por Pedro Almodóvar cuando a principios de siglo en sus andanzas habaneras con la Bibi Anderson sentenció que La Habana le parecía una ciudad hermosa pero recién salida de un bombardeo.

En fin, que tendremos fiesta y pachanga en la explanada del Castillo de San Salvador de la Punta este 7 de junio, donde será develado un monumento con placa adjunta de la singular nominación de la fundación New Seven Wonders Foundation dirigida por Bernard Weber.

Galas artísticas, muestras pictóricas, conferencias como las del propio Weber, festival deportivo y un gran concierto de cierre a cargo de la orquesta Aragón en la famosa esquina de Prado y Neptuno, la misma que sirvió de inspiración para una canción (La engañadora) acerca de un personaje real que extremaba su figura y contornos gracias a almohadillas en nalgas y caderas.

El selecto, exclusivo y discriminatorio desfile de Chanel por esa zona, que tantas críticas populares recibió, parece haber sido uno de los motivos para que en esta ocasión se repitiese con marcada insistencia que todo esto será con acceso libre y gratuito.

La Habana ya ostenta dos títulos de abolengo: Monumento Nacional en 1978 y Patrimonio Mundial en 1982. Pero la lista no termina ahí. Existen muchas más denominaciones que no son otras que las de los propios personajes que propiciaron ese calificativo de Ciudad Maravilla y que, ahora mismo, no vienen al caso.

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