El ecologista Alexander Van der Bellen se alza con la victoria presidencial –más simbólica que política- tras superar a Norbert Hofer en el voto por correo que representaba el 14% del censo. El empate técnico de este domingo entre el ultraderechista Norbert Hofer y el ecologista Alexander Van der Bellen dejaba la gobernabilidad de Austria en manos del voto por correo, el cual suponía un 14% del censo. Un recuento que ha acabado dando la victoria al candidato de Los Verdes, de 72 años, en esta segunda ronda frente al del Partido de la Libertad.
A pesar de que Hofer cerró la jornada del domingo con 144.000 votos por delante de Van der Bellen, los 900.000 papeletas que andaban en juego del voto por correo tenían mucho que decir. De hecho, los expertos políticos ya avanzaban que esta modalidad beneficiaba a la formación ecologista, tal y como ha acabado sucediendo.
Unas elecciones presidenciales donde la Presidencia de Austria es más una institución simbólica que política, pero que se ha teñido de un ambiente donde frenar o presenciar la victoria de un partido de extrema derecha había puesto todos los focos de Europa en el país centroeuropeo.
No obstante, el ascenso de la ultraderecha austriaca ha sido notable donde en las últimas convocatorias a las urnas ha ido cosechando el mayor porcentaje de votos desde la Segunda Guerra Mundial. Un éxito que se ha ido extendiendo por todo el Viejo Continenteo en el que el marco de la crisis económica y de los refugiados, así como la crisis del euro y el terrorismo yihadista ha aupado a esta ideología.
