La Habana acicalada

Desde el Malecón con...

La Habana acicalada

Como pocas veces ante la llegada de un visitante se ha visto en la capital de la isla un despliegue tan inusitado de fuerzas para embellecer la ciudad. Algún día, cuando esto termine si es que alguna vez se pondrá el punto final, la reanudación de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, íntimos enemigos, irá de cabeza a escuelas donde se estudie eso en llamar relaciones internacionales. Llevado a términos deportivos, más que un pulso, se trata de un muy delicado juego de ajedrez donde mucho cuidado con ese inofensivo peón que a la larga podría beneficiarse a la reina enemiga con el consiguiente infarto multitudinario del Rey corneado.

La Habana engalanada y perfumada para recibir a Barack Obama, el único presidente estadounidense de los casi diez que no lograron derrocar a Fidel Castro, en comprender que por la fuerza y las presiones no iban a lograr
darle vueltas a una revolución más caribeña y fidelista que comunista.

Como pocas veces ante la llegada de un visitante se ha visto en la capital de la isla un despliegue tan inusitado de fuerzas para embellecer la ciudad. Por los comentarios de numerosas personas que se ufanan de estar bien enteradas, la impresión es que Obama y la primera dama estarán sometidos a una intensa actividad digamos “emocional”.

Aunque aún se desconoce el programa, los hay que sitúan al matrimonio en varios lugares a la misma vez. Se han remodelado a toda velocidad instituciones médicas (policlínico de calle 15 esquina a 18, en El Vedado) y que aseguran serán visitado por Michelle Obama, y otros como el Gran Teatro de La Habana han modificado su programación para una supuesta visita presidencial o engalanados los alrededores de la Fábrica de Arte y sus calles colindantes.

Quizás una de las que mayor atención ha provocado es el partido de béisbol entre un equipo de las Grandes Ligas y la selección nacional. “Expertos” populares aseguran que Obama hará el primer lanzamiento de la bola que inicie el juego, leña para el choteo popular con la respectiva especulación de quién, madero en mano, golpearía esa esférica. Un total de 50 000 personas (la capacidad del estadio) podrán asistir invitación en mano porque la entrada no será libre.

La Habana ya “huele” a Obama, con habitaciones hoteleras si es que aparecen, entre los 280 y 450 euros la noche. Todos esperándole. Unos para saludarle, otros para exigirle y otros para lamentarse en su presencia de tema tan controvertido como los derechos humanos.

Desde ya me atrevería a asegurar que Barack Obama saldrá muy satisfecho, sin mascarada alguna, de esta visita a la isla. Tanto, que sólo en Cuba, tan musical aún en sus angustias, se le ha dedicado una conga (composición musical a golpe de percusión) a cargo del maestro José Luis Cortés, alias El Tosco, y su NG La Banda…

Un momento muy multidisciplinario para el Presidente: tirar unos pasillitos y algunas espadas también.

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