La ubicación del inmueble determina el 50% de la facturación de un comercio por lo que los expertos aconsejan hacer un detallado estudio de campo antes de alquilar. El año 2015 ha sido un año positivo para las franquicias, ya que ha registrado un crecimiento sostenido respecto al ejercicio anterior tanto en número de enseñas, como comercios franquiciados y facturación, pero si usted está pensado en convertirse en emprendedor utilizando este sistema sepa que encontrar un local adecuado es clave para el éxito de su negocio, según los expertos del sector.
Beatriz Vega, responsable del Departamento de Expansión de Tormo Franquicias deja claro que “la facturación de un negocio depende en un 50% de que la ubicación del local sea buena por lo que si te equivocas con la ubicación es casi imposible que el negocio sea un éxito aunque el producto que ofrezcas sea bueno”.
Santiago Barbadillo, director general de Barbadillo y Asociados que gestiona el portal quefranquicia.com, destaca que la ubicación es tan importante que, aunque la franquicia sea muy exitosa, si elegimos un local que no es el idóneo nuestra aventura empresarial puede acabar en fracaso, por lo que aconsejan no arriesgar a la hora de alquilar si no estamos al cien por cien seguros, recordando que siempre será el franquiciador “el que tenga la última palabra”.
Adrián Soler, director de FDS Group, empresa especializada en el desarrollo de cadenas de franquicia en retail y hostelería, asegura que lo primero que hay que tener claro es qué tipo de negocio queremos montar, puesto que no es igual una tienda de ropa que un restaurante, señalando que después hay que dirigirse a la enseña en cuestión que será la que nos informe de los criterios que exigen a sus franquiciados en materia de ubicación tanto en locales de calle como centros comerciales
El franquiciador será el que nos explique las dimensiones de las poblaciones en las que es mejor montar este tipo de negocios, las zonas más adecuadas y si es una empresa que puede funcionar, por ejemplo, en calles secundarias, además de danos datos sobre el flujo de público que se precisa para que la empresa funcione, el nivel socioeconómico de la calle que se busca y qué comercios del entorno son beneficiosos o perjudiciales para el comercio que queremos montar, es decir, que empresas en la misma zona pueden ayudarnos a atraer clientela, las denominadas locomotoras, y cuáles, por el contrario, pueden dañarnos al ser nuestra competencia directa.
Además, la franquicia nos aportará otros parámetros que requieren por una cuestión de imagen como por ejemplo el tamaño, la distribución interna del local, los metros de fachada o si podemos decantarnos por una entreplanta en lugar de por un local que dé a la calle, si necesitamos una terraza…. precisando Barbadillo que aunque “los locales dependen del público al que van dirigidos no todos necesitan estar situados en el cogollito comercial de la ciudad”.
Beatriz Vega, responsable del Departamento de Expansión de Tormo Franquicias también recomienda al interesado que antes de comenzar a buscar un espacio se informe de legislación vigente respecto a barreras arquitectónicas, maquinaría, humos, etc, una normativa que es competencia municipal y que conviene conocer de antemano para evitar futuros problemas a la hora de la concesión de licencias.
Patear la calle
Una vez conocidas las exigencias que marca la franquicia (en materia de visibilidad, accesos y competencia) llega la hora de hacer una investigación, un análisis comercial o un estudio de campo, que son los diferentes nombres que utilizan los expertos para la misma labor que debe realizar el futuro emprendedor que busca local, una tarea que es imprescindible y que podría resumirse en tres palabras: “patearse la calle”.
En este estudio de campo hay que comparar precios, mirar si hay colegios, ambulatorios, hospitales, pero también hay que pasar a los comercios de al lado del que se alquila, para hablar con los comerciantes vecinos para saber cuáles son las ventajas e inconvenientes de dicho enclave.
Igualmente, es útil elaborar estudios de conteo de paso en las franjas horarias más relevantes para su negocio y en los distintos días de la semana-Por lo que se deberían contar cuántas personas pasan en tramos de 15 minutos por la mañana, al mediodía y a la tarde; además que también sería conveniente hacerlo los distintos días de la semana, Pero no sólo hay que contar las personas que pasan por delante del local, según la representante de Tormo Franquicias, sino tener en cuenta su franja de edad, y pone un ejemplo: “Si vemos que pasa un público de 15 a 25 años y necesitamos clientes de 40 a 55 años ya sabemos que no tenemos nada que hacer”.
Una vez seleccionadas las distintas alternativas que creemos tienen potencial llega el momento de presentarlas a la franquicia, que lo normal es que las vaya a visitar y elijan una de ellas, por lo que uno de los principales consejos que dan estos expertos es que nunca den un señal ni alquilen un local si no tienen el ‘visto bueno’ del franquiciador.
¿Y cuáles son las dimensiones que actualmente suelen tener los locales en franquicia? Según Barbadillo “los más numerosos son los que tienen entre los 80 y los 100 m2, no sólo por ser los más numerosos, y por tanto los más fáciles de encontrar, sino también por efecto de la crisis, ya que la situación económica provocado el encaje de ir a negocios que requieren menos dimensiones de espacio debido que los locales pequeños no sólo son más baratos sino que las reformas también serán más económicas”.
Respecto a los precios, el director general de Barbadillo cree que es un buen momento para alquilar debido a que los alquileres que bajaron en estos últimos años debido a la crisis han empezado a subir pero moderadamente “por lo que todavía una buenas oportunidades a precios factibles”, que ahora se pueden conseguir muy buenos locales a precios a los que antes era imposible encontrar”.
A pesar de todos estos consejos el director de FDS Group advierte que elegir un local “es un salto al vacío”. Recuerda al emprendedor “que nadie tiene la varita mágica ni la certeza absoluta de que un negocio va a funcionar hasta que no se abre la puerta” pero insiste en que una buena ubicación reduce el riesgo de que la aventura empresarial acabe mal.
