‘El telegrama que salvó a Franco’, un libro de Carlos Collado

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‘El telegrama que salvó a Franco’, un libro de Carlos Collado

'El telegrama que salvó a Franco', un libro de Carlos Collado

Un nuevo libro del historiador Carlos Collado desmonta el mito de la supuesta habilidad diplomática del dictador. Sí. Francisco Franco sobrevivió a la caída del nazismo y consiguió convertirse en el único dictador del ‘viejo eje’ europeo que permaneció en el poder. Pero no fue, como se ha dicho tantas veces gracias a su supuesta habilidad diplomática, su capacidad para mantener a España neutral y su astucia para sortear el peligro.

Al menos eso es la tesis que defiende el historiador Carlos Collado Seidel en su nuevo libro titulado «El telegrama que salvó a Franco», que publica ahora Editorial Crítica. Y en el que se demuestra que la partida de su futuro se jugó entre Londres y Washington sin que ni él ni sus embajadores pudieran intervenir en el asunto.

En la obra, este experto en la figura del generalísimo que ahora imparte clases en la Universidad de Marburg, realiza una minuciosa reconstrucción de las relaciones entre el régimen franquista y la diplomacia británica y estadounidense en los últimos años de la Segunda Guerra Mundial, con el apoyo de una copiosa documentación nunca utilizada hasta ahora.

Collado Seidel defiende que Franco sólo habría logrado mantenerse gracias al profundo desacuerdo que se instaló entre Londres y Washington a la hora de abordar la mejor fórmula para deshacerse de él. O algo así. Y la diplomacia estadounidense se mostraba absolutamente decida a imponer un bloqueo económico a España para desalojar al dictador del poder.

Curiosamente, los británicos tenían una posición más favorable a mantener al dictador durante un tiempo siempre que España se mostrará ‘neutral’. Aunque el plan de Winston Churchill era, al parecer, sustituir a Franco por Don Juan de Borbón, en cuanto fuera posible.

Al final, Según Collado Seidel, el apoyo que de verdad resultaría decisivo para que Franco conservará el poder habría sido el del Embajador británico en Madrid, Samuel Hoare, que era un peso pesado en la política conservadora de la época.

Hoare, quien en realidad habría actuado movido por sus ambiciones personales, consiguió que británicos y estadounidenses admitieran la permanencia de Franco en el poder, contra el criterio de su propio ministro de Exteriores, Anthony Eden, que como los estadounidenses apostaba por su sustitución. También era el embajador británico quien aspiraba a promover la restauración monárquica en España.

Inesperadamente, Hoare consiguió hacer realidad parte de su plan. Justo aquella que mejor le venía a Franco. Collado Seidel explica que a finales de abril de 1944, Churchill, en medio de un duro pulso con el presidente de EEUU Franklin Roosevelt con España como campo de batalla, llegó a preparar un telegrama para sumarse al plan de los estadounidenses de derrocar al Caudillo.

Pero el cable no llegó a ser despachado, porque Washington cedió ante Londres inesperadamente justo antes de que eso sucediera. Así habría sido como el ‘generalísimo’ consiguió mantenerse y ganar tiempo. Luego tras la derrota de Hitler, España dejó de ser una prioridad para las potencias aliadas.

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