El exministro de Finanzas griego anuncia que su nuevo movimiento de “internacionalismo radical” verá la luz el próximo 9 de febrero en Berlín. En algunos países se plantea la creación de partidos, mientras que en otros se barajan alianzas con algunos ya existentes. Yanis Varoufakis sigue dando pasos hacia su resurgir político. Tras haberse apartado de Syriza, el exministro griego de Finanzas da nuevas pistas sobre el movimiento europeo del cambio cuyo lanzamiento está terminando de preparar. Este sábado se ha sabido que cuenta con Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, para su proyecto contra la austeridad.
El viejo líder de la lucha de Grecia contra la Troika confiesa su desencanto con la deriva que ha tomado la coalición de izquierdas Syriza en su país natal bajo la batuta de su antiguo colega, el reelegido primer ministro Alexis Tsipras. En una entrevista para la revista Icon, Varoufakis confiesa que “hasta 2003 tenía la esperanza de que cada generación viviría mejor que la anterior”. Una opinión que ahora ha cambiado por la de que “estamos en caída libre”.
Su nuevo proyecto político verá la luz el próximo 9 de febrero en Berlín, cuna del austericidio que predica el equipo de Angela Merkel para Europa. Para su lanzamiento ha establecido ya contacto con varios líderes políticos que él considera como de cambio en este discurso dictado desde Alemania, entre los que destaca la aportación de la regidora barcelonesa, cuyo encumbramiento dice aportarle motivos para la esperanza en su lucha por un nuevo modelo de gestión de lo público.
Por lo que se refiere al análisis de los resultados de las pasadas elecciones generales, Varoufakis no duda en felicitar a Mariano Rajoy por el éxito conseguido en las urnas al haber resultado la primera fuerza política pese a los múltiples recortes establecidos en su anterior legislatura. Sin embargo, es una felicitación con recado: “Rajoy ha sido muy hábil narrando que la economía va mejor, pero es falso”, ha comentado en el suplemento semanal de El País.
Anteriormente, el exministro heleno ya había adelantado que el objetivo de su movimiento no es establecer sucursales políticas en cada país, sino que la fórmula organizativa y electoral será en cada caso fruto de decisiones colectivas y orgánicas. Así, según recogía en una reciente entrevista para El Diario, eso podría traducirse en “un nuevo partido en algunos países,” o en “establecimiento de alianzas con partidos ya existentes en otros”.
En cualquier caso, se busca arrancar desde un “internacionalismo radical” que luego aterrice en cada estado en contraposición a la vieja política de plataformas nacionales “que luego intentan formar alianzas, débiles, a escala europea”, explicaba el antiguo enfant terrible de la Troika.
