El Gobierno afirma que Volkswagen devolverá todas las ayudas del PIVE

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El Gobierno afirma que Volkswagen devolverá todas las ayudas del PIVE

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El ministro de Industria ha afirmado que se ha retirado al grupo alemán la posibilidad de vender vehículos con trucaje de emisiones, como en principio se había barajado. El escándalo de Volkswagen podría terminar engordando las arcas públicas españolas. El ministro de Industria, José Manuel Soria, ha afirmado este martes que a la gigante alemana del motor “no le ha parecido mal” que se le exija la devolución de las ayudas del Plan PIVE, por las que recibió hasta 1.000 euros directamente de los Presupuestos Generales del Estado por vehículo vendido.

Soria ha defendido que la reclamación se haga a la empresa y no al comprador del vehículo, que “ha sido engañado en su buena fe habiendo comprado un vehículo que creía más eficiente”. Así lo ha explicado en declaraciones a los medios en el marco de las celebraciones por el medio siglo de la refinería onubense de La Rábida.

Las ayudas de hasta 2.000 euros por vehículo quedarían anuladas directamente, según el ministro, porque “hay un reconocimiento explícito por parte de la empresa de que se ha procedido a instalar ese software que no medía correctamente las emisiones”. Es así que su gabinete ha encargado ya a la Abogacía del Estado que estudie “cuál debería ser el procedimiento jurídico” a seguir para cursar la reclamación.

A palabra seguida, el titular de Industria ha señalado que ya ayer lunes comunicó a grupo Volkswagen que todos los vehículos que tuvieran incorporado un motor Euro5 Diesel y que estuvieran aún en almacén “no pueden ser vendidos en España”. Así se revoca la autorización “que con carácter general se había hecho a todas las marcas para que esos vehículos pudieran ser vendidos entre el 31 de septiembre de este año y el 31 de agosto del año próximo”. Una decisión que igualmente ha justificado en el hecho de que la firma alemana ha reconocido maniobras para “trucar las emisiones de los motores”.

El sindicato UGT había pedido al comienzo del escándalo que el Gobierno desistiese en su petición a Seat, marca española del grupo germano, para la devolución de estas ayudas recibidas en concepto de vehículo eficiente. En este sentido, consideraba “deplorable” que el equipo de Rajoy se decantara por esta posibilidad con las implicaciones que podría tener al “agravar aún más la crisis” del grupo y poner en mayor riesgo la continuidad de las operaciones de la enseña y el puesto de sus empleados.

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