Volkswagen instaló en casi 11 millones de vehículos un software que ayudaba a enmascarar durante los test de pruebas las verdaderas emisiones de gases. Las autoridades alemanas han fijado el próximo 7 de octubre como fecha límite para que Volkswagen presente un plan para solucionar el problema de los motores Diésel trucados, un escándalo que ya ha hundido a la compañía en Bolsa y que podría obligarla a pagar unas sanciones de 18.000 millones.
“La Autoridad Federal de Transporte Motor ha pedido a Volkswagen que presente un plan vinculante sobre las medidas previstas y un calendario que deje claro cuándo se puede poner en práctica una solución técnica sobre los vehículos afectados”, ha señalado el ministro de Transporte, Alexander Dobrindt. La autoridad ha fijado el 7 de octubre como fecha límite para el plan, ha añadido un portavoz del ministerio, confirmando una información publicada en el diario Bild am Sonntag.
Volkswagen instaló en casi 11 millones de vehículos diésel un software que ayudaba a enmascarar durante los test de pruebas las verdaderas emisiones de gases contaminantes de sus motores, un escándalo que ya se ha cobrado la cabeza del hasta ahora presidente de la compañía, Martin Winterkorn, y que le podría costar multas por valor de 18.000 millones de dólares.
El nuevo presidente ejecutivo del gigante automovilístico, Matthias Müller, y el jefe del comité de empresa, Bernd Osterloh, ya han advertido a los empleados en una carta conjunta de que “nuestra empresa se enfrenta a desafíos sin precedentes”.
