El ministro de Hacienda brasileño, entre los recortes y las manifestaciones ciudadanas

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El ministro de Hacienda brasileño, entre los recortes y las manifestaciones ciudadanas

Joaquim Levy, ministro de Hacienda de Brasil

El escándalo de Petrobras ha dejado muy tocada la reputación de Rousseff y del Partido de los trabajadores (PT), que intentan recuperar la credibilidad. El ministro de Hacienda de Brasil, Joaquim Levy, se encuentra en una encrucijada. La crisis económica unida a la institucional y política hace que el déficit fiscal esté en un peor estado del esperado y que sus intentos por recortar sean cada vez peor vistos por la sociedad.

Según Bloomberg, el titular de la cartera económica tendrá que hacer nuevos esfuerzos para evitar que el crédito brasileño no sea calificado como ‘basura’ y algunos no han gustado ni gustarán, como ha pasado con el impuesto bancario de 2007, que quería reinstaurar y ha sido imposible por la resistencia del Congreso a recuperarlo.

Los expertos, como por ejemplo Italo Lombardi, de Standard Chartered Bank, consideran que la política que está haciendo Levy es muy complicada, y que las agencias de rating demostrarían mucha paciencia si no degradaran la calificación de la deuda brasileña.

De momento, el país presidido por Dilma Rousseff podría tener un déficit presupuestario del 0,5% del Producto Interior Bruto (PIB), tal y como ha anunciado el ministro de Planificación Nelson Barbosa en Brasilia el pasado lunes, lo que viene a ser unos 84.000 millones de reales.

De manera que el Ejecutivo tendrá que seguir trabajando. Y no solo por recuperarse de una crisis económica que parece no tocar fondo, sino también por volver a hacerse con la confianza de los brasileños, que no se creen las promesas de los miembros del Partido de los Trabajadores (PT).

Hay que recordar que algunos de ellos están involucrados en un escándalo de corrupción que tiene que ver con desvío de fondos de la empresa petrolera estatal de Brasil (Petrobras). Las movilizaciones para pedir la dimisión de la presidenta Dilma Rousseff y un juicio político no cesan.

Según el propio Barbosa cualquier mejora en el déficit dependerá del apoyo del resto de legisladores a las propuestas del Gobierno. “Hay soluciones para hacer frente al déficit” ha señalado en una conferencia de prensa en la que ha estado acompañado por el ministro Levy.

El presidente del Senado y miembro del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) de la coalición gobernante, Renan Calheiros, ha considerado que el Congreso hará lo que deba para reformar el Estado. “La economía necesita crecer” ha sentenciado.

De hecho, el Gobierno espera que la economía se contraiga un 1,8% este año frente al avance del 0,2% vaticinado para 2016.

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