Florentino acaba con la identidad del Real Madrid

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Florentino acaba con la identidad del Real Madrid

Iker Casillas

¿Cómo no pensar que el inicio de la marcha de Iker Casillas y la probable de Sergio Ramos del Real Madrid se produjo hace un par de años cuando se enfrentaron a José Mourinho y Florentino Pérez? Todo aquel que en su día se enfrentó a Florentino Pérez y más tarde al tándem formado con José Mourinho en el Real Madrid, acabará fuera de la entidad merengue. Todo empezó con un Vicente del Bosque que era un triste y no daba la imagen necesaria para el gran espectáculo mediático que quería Florentino Pérez. Y el actual seleccionador español, tuvo que abandonar el club por el entonces segundo de Alex Ferguson, amigo de Mourinho, Carlos Queiroz. Sólo hay que ver lo que han ganado uno y otro para entender el éxito de la operación.

Al mismo tiempo se fue por la misma puerta de atrás otra ilustre figura del madridismo, Fernando Hierro, quien tampoco cuadraba en los planes de Florentino. Los que devolvieron al color las copas de Europa del Real Madrid tuvieron que ver como el club les agradecía los servicios a la manera del señor Pérez.

Llegaron los galácticos, y con todos ellos, otros dos grandes iconos del madridismo se iban forjando una leyenda. Raúl González e Iker Casillas estaban destinados a ser dos de esas figuras que podrían decir que se retirarían en el Real Madrid con honores de grandes de la historia merengue.

Pero no pudo ser, el retorno de Florentino Pérez a la presidencia del club blanco no lo iba a permitir. Pero esta vez el ‘ser superior’, como le rebautizó otro ilustre jugador madridista, no quería parecer el malo de la película, y para ello contrató a su protegido, a su ‘Special one’, José Mourinho, y con él volvieron las puertas de salida sombrías para aquellos que lo habían dado todo por la camiseta blanca. Y la terrible consecuencia de pérdida de imagen, de señorío y de amabilidad de la entidad.

Raúl González Blanco, ya no valía, estaba viejo y lento, ya no era competitivo y su número ´7´ estaba destinado a otros menesteres mucho más rentables. Tuvo que irse a Alemania donde demostró que se podía llegar a semifinales de la Champions League con un equipo impregnado de su alma y con recursos muy limitados. De donde si le despidieron, cuando el decidió irse, como la leyenda del fútbol que es.

El mismo camino lleva Iker Casillas, que cansado del desprecio ha decidido afrontar una aventura en Portugal, con otro grande de Europa, el Oporto. Veremos donde llega y si no callará algunas bocas, como hizo Raúl en su día. Y si alguien duda de por qué pide todo su contrato, que piense qué harían ellos si alguien te humilla y te quiere echar de tu casa.

Y por último Sergio Ramos, que en su día también se enfrentó a Mou y que ahora pide que se le valore como lo que es, el segundo mejor jugador de la plantilla. Cansado de ver como otros jugadores que no han dado la talla cobran más que él, de menosprecios y críticas a cualquiera de sus contados errores, parece que seguirá el mismo camino que todos los anteriores.

Demostrado queda que, a pesar de que el Real Madrid ha vuelto a ganar la Copa de Europa, el abandono de los ideales del club, la imagen y el distanciamiento y división de la afición han sido el alto precio que se ha pagado gracias a un ser todopoderoso y a su secuaz ‘The Special One’. Aparte de una inversión de millones de euros descomunal, para que luego en los partidos importantes resuelvan los de siempre, los de casa, los que se tienen que ir por lúgubres pasillos. Con alguna excepción, claro está, de alguno de los grandes jugadores que se han fichado a golpe de talonario, generando algunas enemistades.

Envidia de las despedidas y el respeto con el que se trata a otras leyendas del fútbol europeo en sus equipos y selecciones nacionales.

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