Salvados Iñaki Rekarte: una reconciliación televisada

Opinión

Salvados Iñaki Rekarte: una reconciliación televisada

Iñaki Rekarte durante su entrevista en Salvados

¿Quién le diría a un histórico etarra como Iñaki Rekarte que se casaría con una gaditana y tendría un hijo andaluz? Pocas veces uno puede asistir a un acto de reconciliación nacional televisado, un momento en el que las lágrimas brotan ante las experiencias de personas con las que jamás podrías imaginar empatizar. Porque eso fue el Salvados de ayer, un acto de reconciliación entre dos pueblos.

Muchos hoy hablan de Viajando con Chester y las entrevistas a Pablo Iglesias y Albert Rivera. De si Pepa Bueno atacó más a pepito o menganito, y tengo la sensación (quizás equivocada dado mi entorno) de que pocos eligieron ayer ver Salvados.

Seguramente yo también hubiera escogido ver Chester, como la semana pasada hice con la entrevista a Pedro Duque, pero este mismo fin de semana vi el Salvados de Lucio Urtubia y ese final resumen de la entrevista a Iñaki Rekarte me dejó muy claro que este programa tenía una trascendencia nacional que jamás sería comparable con un acto de campaña y marketing.

Durante una hora muchos españoles vieron hablar de tú a tú a un terrorista, a un asesino, pero también vieron a una persona normal con un pasado terrible. Alguien lleno de odio pero que ni siquiera sabía qué odiaba. Un joven que arruinó su vida por unos ideales y que mientras pagaba por su crimen aprendió a empatizar a través de los libros y del conocer al diferente. ¿Quién le diría a un histórico etarra como Iñaki Rekarte que se casaría con una gaditana y tendría un hijo andaluz?

También se puso en perspectiva la situación en Euskadi y como la tortura a los etarras y su entorno era moneda habitual. Como bien destacó Iñaki muchos se alegrarán y los entiende, pero hay que destacar que cuando un estado de derecho vulnera los derechos humanos lo único que consigues es seguir dando razones a ese colectivo para odiarte.

Ayer muchos españoles se pusieron en la piel de un etarra y pensaron “podría haber sido yo”, “le entiendo”, “le perdono” o “lo siento”, los mismos pensamientos que pasaron por Iñaki en prisión. Porque Iñaki no sólo ha pedido perdón en alto, antes tuvo que empatizar con el “enemigo”, entenderlo y perdonarlo. El mismo proceso que espero estén sufriendo hoy muchos vascos, madrileños, andaluces, catalanes, gallegos…

Hubo momentos preciosos en esta entrevista, momentos que hicieron emocionarme, como cuando Iñaki pidió perdón a sus víctimas con el corazón en la mano, o como cuando criticó que siguieran persiguiendo a la mujer de una de las víctimas. En otros momentos incluso me reí con Iñaki, como cuando contaba haberse casado con una gaditana. ¿Quién me diría que podría reírme de los comentarios socarrones e irónicos de un ex terrorista? No es difícil, porque Iñaki es una persona, igual que yo, pero décadas de odio son difíciles de superar, incluso para los espectadores ajenos a este conflicto. Gracias a Salvados se ha difuminado ese odio que sirve de combustible para la violencia en el imaginario de muchos ciudadanos.

Ayer se puso en relieve la importancia de la empatía, del ponerte en lugar del otro. Iñaki Rekarte es un ser humano normal que de joven ante tanta brutalidad policial y propaganda sesgada ultranacionalista acabó en una banda terrorista matando a gente inocente. Un ser humano que no sólo se ha arrepentido, sino que dejó atrás todo el odio y aprendió a querer al ser humano como tal, sin importar sus apellidos o su lugar de nacimiento. ¿Por qué no intentamos ser todos como Iñaki Rekarte? ¿Por qué no perdonamos y cerramos heridas? Yo por mi parte si veo a Iñaki por la calle no dudaré en acercarme, darle la mano y agradecerle el acto de valentía que ayer ejerció en pos de la paz y el entendimiento.

A Jordi Évole y el equipo de Salvados sólo me queda agradecerles, como siempre, que sean los únicos periodistas de verdad en este país.

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