El ‘fantasma’ del Canal de Panamá vuelve a sobrevolar Sacyr un año después

Canal de Panamá

El ‘fantasma’ del Canal de Panamá vuelve a sobrevolar Sacyr un año después

Sede de Sacyr

El proyecto estuvo a punto de convertirse en dique seco las Navidades pasadas por los sobrecostes. Ahora, la española y sus socios de obra vierten nuevas reclamaciones contra Panamá. El Canal de Panamá vuelve a convertirse en un canal de aguas bravas para Sacyr. Un año después de que las obras adjudicadas por el país centroamericano a un consorcio constructor liderado por la española pendiesen de un hilo, nuevas reclamaciones por sobrecostes amenazan con despertar este peculiar ‘fantasma de las Navidades pasadas’.

Ahora, la disputa entre Grupo Unidos por el Canal (GUPC), nombre del consorcio liderado por Sacyr, y la Autoridad del Canal (ACP) se centra en una partida por sobrecostes que asciende a 737 millones de dólares, unos 604 millones de euros al cambio, según han informado varios medios panameños. Un importe que sumado al de las anotaciones que las constructoras ya habían reclamado hasta la fecha asciende a un total de 1.844 millones de euros.

La suma total asciende, por tanto, a una cifra más abultada de lo que hoy por hoy vale Sacyr en Bolsa, pues su capitalización en el parqué madrileño ni tan siquiera alcanza los 1.600 millones de euros. Si la comparación se hace con cifras de la economía panameña, el resultado también es más que significativo, pues los sobrecostes en cuestión ascienden a nada menos que un 5% del PIB del país centroamericano, según las últimas estadísticas disponibles.

En esta última ocasión, las reclamaciones son por la construcción de algunas de las nuevas compuertas y por retrasos en las obras de acceso a las esclusas de la costa del Pacífico que están siendo ejecutadas por terceras compañías. Según prensa local, las primeras pesan más de lo estimado y, por tanto, sus costes de construcción serían mayores. Mientras tanto, la tardanza acumulada por las segundas se habría traducido en aplazamientos del calendario original para el ensamblaje y prueba de esclusas con el consiguiente peligro para los plazos pactados con la Autoridad del Canal. La misma que el año pasado se mostró totalmente inflexible con cualquier aplazamiento.

Estas reclamaciones son fruto de los avances del proyecto desde que se reanudaron los trabajos de la que es una de las mayores obras de ingeniería civil del mundo elpasado mes de febrero. Entonces se puso fin a una larga disputa por sobrecostes que a juicio de la ACP debían haberse recogido como posibilidad en el proyecto inicial con el que Sacyr y sus socios de consorcio se adjudicaron las obras. Tanta fue la tensión de aquellos días de los que ahora se cumple un año que las máquinas llegaron a echar el freno.

Mientras estas nuevas reclamaciones comienzan su tramitación, las anteriores siguen sobre las mesas del Tribunal de Arbitraje de Miami y de la Junta de Resolución de Disputas, organismo con tres asientos que se reparten entre el consorcio, la ACP y un tercero pactado entre ambos. Así lo ha reconocido este mismo viernes la española Sacyr tras las solicitudes de información adicional sobre las cuentas del ejercicio 2013 presentadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El supervisor español ha pedido explicaciones sobre algunos de los apuntes en los libros de Sacyr a cuenta de su intervención en el Canal, pues la constructora se había apuntado ya a su favor algunas de las partidas reclamadas a Panamá. Sin embargo, no es la única pendiente del litigio pues también se juegan parte de su negocio las demás integrantes de GUPC: la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Cusa.

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