Los minicréditos, ¿quién está realmente detrás de estas empresas?

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Los minicréditos, ¿quién está realmente detrás de estas empresas?

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Compañías de Reino Unido, Austria o incluso Letonia han entrado con fuerza en el mercado español en el segmento de los minicréditos. Préstamos de cantidades bajas (menos de 600 euros) que se pueden contratar en apenas unos minutos a través de Internet o de una simple llamada de teléfono: El fenómeno de los denominados minicréditos ha entrado con fuerza en España propiciado por la brusca caída del crédito y la profunda crisis que atraviesa nuestro país. Cada vez es más habitual encender el televisor y ser asaltado por la publicidad de alguna de estas compañías, ¿pero quién está realmente detrás de nombres como Vivus o Wonga?

Uno de los casos más curiosos es el de Via SMS, compañía cuyo origen está en Riga, capital de Letonia, si bien está presente en un buen puñado de países europeos además de España, como Lituania, República Checa, Polonia o Suecia. Un cliente que solicite en esta plataforma 300 euros a un plazo de 30 días deberá devolver, tal y como detalla en su propia página web, un total de 405 euros, lo que se traduce en una TAE de nada menos que el 3.752%.

Una de las compañías más potentes del sector es la austríaca 4Finance, que en España opera bajo el nombre Vivus.es, y que obliga al pago de unos intereses también sustanciales, si bien más bajos que en el caso de Via SMS. En concreto, si se solicitan 300 euros a 30 días, el cliente deberá devolver 360 euros. 4Finance opera asimismo en un numeroso grupo de países, como Finlandia, Lituania, Suecia, Dinamarca, Polonia, Rusia, Georgia, República Checa, Bulgaria, Estonia o Reino Unido.

Otra empresa de origen extranjero es la finlandesa Ferratum, presente también en Reino Unido, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Estonia, Rusia, Países Bajos, Eslovenia, Eslovaquia, Croacia, Bulgaria y Polonia. Un préstamo de 300 euros a un plazo de 30 días supone un coste de 95,77 euros, correspondientes a una TAE del 1.309%.

Kredito24, por su parte, pertenece al grupo alemán Kreditech Digital Lending, no sólo presente en países europeos como Rusia, Polonia o República Checa, sino también en algunos latinoamericanos como Perú, México o Brasil o incluso en Australia. Un préstamo de 300 euros a 30 días obliga a una devolución de 405 euros.

Una de las compañías de minicréditos más conocidas es la británica Wonga, gracias a una activa campaña publicitaria sobre todo en televisión. La empresa con sede en Londres cobra unos intereses de ‘solo’ cinco euros en el primer préstamo que se solicite, pero para los ya clientes el precio sube hasta TAE que superan también holgadamente el 1.000%.

No menos misteriosas son algunas empresas aparentemente españolas que también se dedican a los minicréditos. Un ejemplo es Qué Bueno, que pertenece a la compañía con sede en Barcelona NBQ Technology, y que por un préstamo de 300 euros a un mes obliga a una devolución de 403,95 euros. Si se solicita esta misma cantidad a Pepedinero.com, radicada en Madrid, habrá que devolver 389 euros. No obstante, en esta última el primer crédito a solicitar no puede superar los 250 euros.

No sólo la crisis explica la proliferación de este tipo de compañías en España, sino que además existe un vacío legal en lo que se refiere a estas prácticas. En principio no serían ilegales ya que el préstamo de dinero entre particulares está permitido. Hay que tener en cuenta, eso sí, que aún está vigente la Ley de Represión de la Usura, de 1908, que en su primer artículo estipula que “será nulo todo contrato de préstamo en que se estipule un interés notablemente superior al normal del dinero y manifiestamente desproporcionado con las circunstancias del caso o en condiciones tales que resulte aquél leonino, habiendo motivos para estimar que ha sido aceptado por el prestatario a causa de su situación angustiosa, de su inexperiencia o de lo limitado de sus facultades mentales”.

Esta norma de más de cien años no ha sido derogada (aunque sí algunos de sus artículos), pero tampoco desarrollada, por lo que en última instancia continúa correspondiendo a los tribunales decidir si ha existido una práctica ilegal en los préstamos.

Así las cosas, por regla general los únicos requisitos para solicitar un minicréditos consisten en ser mayor de 18 años, tener una fuente de ingresos oficial (nómina; actividad profesional; prestación por desempleo, incapacidad o jubilación; ingresos de alquileres, etc.) y no aparecer en ningún listado de morosidad (Asnef, Rai,…) por deudas superiores a 1.000 euros.

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