A los amantes de los buenos caldos le voy a dar una alegría. Resulta que los veterinarios del zoo de una ciudad de Siberia han encontrado una forma de prevenir la gripe entre los monos albergados en el centro: darles vino tinto diariamente, noticia que publicó este fin de semana la prensa rusa. Estos veterinarios aseguran que 50 gramos de vino es todo lo que se necesita para prevenir la gripe, tanto H1N1 como la normal, y aseguran que los simios “se beben el vino con gusto e incluso dan palmas”. Tanto les satisface el tinto a los monos en cuestión, que la principal preocupación de sus cuidadores es que éstos no se excedan de la dosis diaria ‘recetada’, porque los monos tratan de robar botellas. A mi no me extraña que a los monos les guste su ‘medicina’, a los humanos les pasa tres cuartos de lo mismo y por eso la beben incluso sin receta, además se antoja una fórmula mucho más grata para evitar la gripe que una vacuna, que muchos ponen en entredicho.
Y seguimos hablando de gripe, ya que la liga de fútbol profesional (LPF) de Rumania ha recomendado a los jugadores y a los entrenadores que no escupan sobre la hierba del campo ni expulsen el agua que utilizan para limpiarse la boca para no propagar el virus de la gripe H1N1. A mi personalmente, que esa arraigada costumbre de los futbolistas me provoca náuseas, me parece una estupenda idea, digna de mantenerse en el tiempo cuando la epidemia sea ya un mal recuerdo. Los espectadores televisivos lo agradecerán.
