Sáenz de Santamaría elude hablar de espionaje al denunciar la ‘conspiración’ contra el PP

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Sáenz de Santamaría elude hablar de espionaje al denunciar la ‘conspiración’ contra el PP

La portavoz del Partido Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, evitó pronunciarse hoy sobre las acusaciones que altos cargos de su partido vertieron contra el Gobierno sobre escuchas ilegales. Durante su discurso pronunciado hoy en la Diputación Permanente que se ha celebrado para votar la comparecencia de varios ministros, Sáenz de Santamaría prefirió centrarse en la «persecución política y policial» que, según su grupo, está sufriendo el PP.

En una sesión bastante tranquila, donde la temporada estival se reflejaba todavía en muchas de las caras de los diputados presentes, el PP no logró el apoyo que necesitaba para conseguir la comparecencia de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de La Vega, el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido. Con una mayoría de votos en contra, y las abstenciones de NaBai, PNV y CiU, el presidente del Congreso, José Bono, dio por rechazada la petición de comparecencia de los tres miembros del Gobierno.

Sáenz de Santamaría aprovechó su discurso para denunciar la «persecución» que sufren los militantes de su partido y que, según ella, sólo se ha saldado con un «masivo archivo» de las causas, y que sólo han sufrido la «pena de las televisiones», en alusión a las imágenes recientes de varios imputados del su partido en Baleares por una posible trama de corrupción, en las que aparecían esposados.

Santamaría pidió la comparecencia del ministro de Interior y del fiscal del Estado para explicar esa actuación, que aseguró no se daba en los casos relacionados con el PSOE. Pese a todo, evitó referirse en todo momento a las acusaciones que desde la cúpula de su partido han vertido sobre el Gobierno, sobre posibles escuchas ilegales a miembros del PP. De esta manera, y aunque los demás grupos sí que se hicieron eco de estas acusaciones, Sáenz de Santamaría prefirió centrarse en la crisis y las «persecuciones», obviando al completo el tema de las escuchas.

Desde la bancada del PSOE, su portavoz, José Antonio Alonso, acusó al PP de emitir «un conjunto de mentiras, insidias e inventos». También le pidió que respetase la independencia de la justicia, y se refirió a las declaraciones de María Dolores de Cospedal y de Mariano Rajoy, acerca de las escuchas, afirmando que el PP sólo está buscando la «destrucción y el desprestigio» de una democracia «sólida».

Por su parte, la diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, declaró estar «muy preocupada» por las informaciones publicadas el pasado abril por el diario ‘Expansión’, donde se aseguraba que se podían haber utilizado «herramientas» por parte del Gobierno para «infiltrarse y desestabilizar» al grupo navarro. Aun así, y pese a haber mostrado su conformidad para el caso de una comparecencia de Rubalcaba, Barkos se abstuvo en las tres votaciones.

Por su parte, las demás fuerzas políticas representadas en la Cámara Baja se mostraron bastante críticas con el PP. Así, desde la mayoría de grupos acusaron al PP de estar «obsesionados con las teorías conspirativas», recordándoles en algunos casos su comportamiento ante el 11-M. De esta manera, el portavoz del BNG en el Congreso, Francisco Jorquera, acusó al PP de ser un «experto en estrategias de humo», para tapar la escalada de casos que están involucrando a miembros de su partido en posibles causas de corrupción.

En el mismo tono se expresó el portavoz de ERC, Joan Ridao, que se refirió a las palabras utilizadas por el PP de ‘persecución’ y ‘contubernio’ calificándolas de «términos muy franquistas», y acusó al PP de desprestigiar la política ante los ciudadanos. También calificó de «aberración» las últimas declaraciones de altos cargos del PP en las que pedían al Gobierno que fuesen ellos «los que demostrasen que las escuchas no son reales».

Sin embargo, y aunque la mayoría de los grupos apoyaron al PSOE al rechazar la comparecencia de los ministros, tanto el portavoz de CiU, Jordi Jané, como IU, a través de su portavoz Gaspar Llamazares, criticaron la «sobreactuación» del Gobierno al defenderse de las acusaciones, y les pidieron «que no entrase en el juego del PP».

Por su parte, el portavoz del PNV, Emilio Olabarría, quiso recordar, como ya hizo Rajoy recientemente, el caso de Narcís Serra, que «espió a todo el mundo, espió incluso al Rey», para pedir al PP que «para tales acusaciones hay que aportar pruebas, como las hubo en ese caso». Aunque no quiso desmentir o confirmar la posible «persecución» al PP, sí que quiso destacar la «naturaleza esotérica» de tales acusaciones, y aseguró que su partido apoyaría la creación de una comisión de investigación en caso de que aportaran pruebas. «Cuando se habla ante los medios, pueden mantener si quieren en secreto sus pruebas, pero cuando se trae al Congreso, si no se aportan pruebas, son meras especulaciones, que lo único que hacen es atacar a la solidez del Estado», terminó Olabarría.

A tenor de las informaciones publicadas hoy en las que se anunciaba que Rajoy había pedido a Soraya Sáenz de Santamaría la elaboración de un informe que demostrase la «persecución política» que está sufriendo el PP, la portavoz explicó que su grupo está recopilando datos de los, según ella, 53 casos en los que el Gobierno ha actuado «en exceso y con clara intención partidista». Preguntada por los periodistas, la líder popular matizó que en ese informe «no se iba a hablar de las escuchas», y que se iban a centrar «en el abuso de poder y la utilización sectaria y partidista de las instituciones y las Fuerzas de Seguridad del Estado para desprestigiar y derrocar al principal partido de la oposición».

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