La dimisión de Esperanza Aguirre convulsiona la política madrileña

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La dimisión de Esperanza Aguirre convulsiona la política madrileña

Esperanza Aguirre dejó con la boca abierta a propios y extraños al decir adiós por sorpresa al sillón presidencial de la Comunidad de Madrid. Un abandono del poder que ha sumido al PP de la región en una incertidumbre nunca vista hasta el momento. Y es que nadie sabe, ni sus más cercanos, qué planes tendrá la ‘lideresa’ para la formación y a quién elegirá como su sucesor si es que, tal y como se espera, también renuncia a seguir al frente del PP madrileño para centrarse en nuevos y misterios proyectos.

Aguirre congregó a los medios el pasado 17 de septiembre para anunciar que dejaba la primera línea política. Una decisión que sorprendió a todos los madrileños, pero sobre todo a los ‘populares’, ya que su anuncio llegaba tiempo después de que la ‘lideresa’ hubiese superado un cáncer de mama, motivo por el que ya se especuló sobre su abandono, y de que lograse poner orden en el PP de Madrid.

Nadie sabía nada y las caras de incredulidad entre los miembros de su propio partido, entre ellas la de la consejera de Educación madrileña Lucía Figar, fueron la nota más repetida tras conocerse la decisión de Aguirre, que no obstante dejó todo atado y no dio cuartel a Mariano Rajoy para que pusiera a uno de sus ‘hombres’ en la Comunidad.

Antes de que el presidente del Gobierno pudiera mover un solo dedo, la ‘lideresa’ colocó a Ignacio González al frente del Ejecutivo regional, una decisión no exenta de polémica, ya que el que hasta ese momento había sido su ‘número dos’ ha estado ‘salpicado’ por sonoras polémicas como el caso del espionaje en el PP de Madrid, en el que está implicado por dos vías, como supuesto instigador y como objeto de esos espionajes, o la trama ‘Gürtel’, trama de corrupción en el que se le relaciona a través de un piso en Guadalmina que usa habitualmente.

A ello hay que añadir que está involucrado directamente en la privatización del Canal Isabel II, entidad que presidía hasta hace apenas unos días y donde ahora ha colocado a Salvador Victoria. Sin olvidar la polémica en torno a Caja Madrid y la investigación en curso sobre las responsabilidades por la mala gestión en la caja. Y es que, González aspiró a presidir la entidad, aunque finalmente tuvo que ‘tragar’ con la llegada de Rodrigo Rato. Eso sí, logró colocar en la caja a un gran número de consejeros de su entorno familiar y político.

A pesar de esto, Aguirre no dejó claro el futuro de la presidencia del PP de Madrid, que todavía ostenta, por lo que no tardaron en surgir voces dentro de la formación, como la de la alcaldesa de la capital, Ana Botella, que pedían que se acabase con la bicefalia que había quedado instaurada en la región tras el abandono de la ‘lideresa’ de su cargo como jefa del Ejecutivo autonómico.

Concretamente, la mujer de José María Aznar pidió la celebración de un Congreso del PP de Madrid para elegir al nuevo presidente, alegando que una sustitución así se hace en este tipo de citas y no por sucesión. Una voz discordante a la que no tardó en sumarse Génova, desde donde la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, advirtió a Esperanza Aguirre que su continuidad al frente del partido en la capital estaba en manos de la dirección nacional.

Pese a ello, de momento la ‘lideresa’ ha hecho oídos sordos y se mantiene como jefa del PP madrileño, algo que también ha pillado por sorpresa al PSM y a IU, que no se veían venir ni la dimisión de Aguirre ni esperaban que la expresidenta regional mantuviese esta bicefalia entre la formación conservadora y la Comunidad de Madrid, poco habitual en el partido.

La convulsión de la política madrileña ha sido tal tras la salida de Esperanza Aguirre que ahora todos se preguntan qué será de su futuro. Los rumores no han dejado de multiplicarse en todo este tiempo y ya hay algunos que señalan que la ‘lideresa’ podría estar preparando su vuelta al Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid, donde ocupó diversas responsabilidades durante 13 años.

Sin embargo, también hay voces que apuntan a que esperará un cargo de más alto nivel mientras desarrolla su trabajo como funcionaria del Estado, puesto que ha recuperado recientemente, y va de campaña en campaña, como ha hecho en las elecciones de Galicia o Cataluña, para dar voz al ala más radical del PP.

Además, haciendo gala de su conocido afán guerrero, a pesar de que ha dejado la presidencia de la Comunidad de Madrid no ha desaprovechado ocasión alguna para lanzar ‘dardos envenenados’ a sus compañeros de partido. Concretamente, se ha sumado a las voces que han criticado a Ana Botella por su gestión de la tragedia del Madrid Arena al tiempo que le afeaba que ningún miembro del consistorio hubiese dimitido nada más conocerse la muerte de cuatro jóvenes, lo que ha provocado en el PP madrileño una crisis histórica de la que ya se dice que le será difícil salir.

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