La izquierda abertzale ha convocado una manifestación en Bilbao el próximo día 21 de agosto, Día Grande de las fiestas de la capital vizcaína, con el fin de defender la independencia. Además aseguraron que lo que “lo que realmente teme” el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, es el “proyecto político de la izquierda y su apoyo popular”.
La marcha fue presentada hoy por Arantza Urkaregi, Dabi Alonso y Marta Pérez Etxeandia, ex concejales en el Ayuntamiento de Bilbao por EH y Batasuna, e informaron que la manifestación partirá a las 12.00 horas, bajo el lema ‘En el camino de la independencia, cambio político y social’.
Etxeandia remarcó que «la crisis económica ha llegado también a Euskal Herria» y «mientras los trabajadores son los que sufren sus consecuencias, quienes la han creado endurecen cada vez más las condiciones de vida de las clases populares con el único objetivo de seguir enriqueciéndose”. Además, aseguró que la “única” salida para la crisis es “combatir el neoliberalismo para dar paso al socialismo”.
Por otro lado, Etxeandia aseguró que lo que más teme Rubalcaba “es al proyecto político de la izquierda abertzale», ya que «lo que realmente preocupa al Gobierno español es la presencia que dicho proyecto puede tener en las instituciones y el apoyo popular que puede lograr». Para él, este temor se debe, “por una parte a que ello pondría de manifiesto el carácter político del conflicto y por otra a que por vías pacificas y democráticas el proyecto de la izquierda abertzale sería capaz de articular una mayoría social y popular en el camino de la creación del estado vasco soberano».
Exteandia también aprovechó para hacer un llamamiento para que “frente a la bandera española, impuesta por el alcalde Iñaki Azkuna”, se saque a la calle la Ikurriña vasca. Pese a esto, aseguró que no contempla la prohibición de la marcha ya que «cuando en años pasados los diferentes alcaldes de Bilbao decidieron poner la bandera española en el Ayuntamiento, esta manifestación se llevó a cabo por las calles de Bilbao sin ningún problema”. “Y si la prohibieran, dejaría bien a las claras que en este pueblo, dentro de la reflexión que hacemos, no hay democracia, y creemos que sería otra muesca en su demente lista contraria a los derechos democráticos y, sobre todo, la negación del derecho a la manifestación”, terminó.
