Las informaciones en manos de las Fuerzas de Seguridad del Estado apuntan a que hace unos días tres furgonetas equipadas con explosivos en Francia cruzaron la frontera con España. Esta segunda explosión en Palma de Mallorca, tras el coche bomba que explosionó ayer en Burgos, hace prever que ETA está preparando un tercer atentado de gran magnitud en otro punto de la geografía española.
La existencia de las tres furgonetas se ha podido saber gracias a la documentación incautada el 6 de julio, cuando se detuvo en Francia a una de las presuntas responsables del aparato militar.
Dagentes de la Guardia Civil han fallecido tras explotar una bomba de ETA al paso de un coche patrulla frente a un cuartel de la Benemérita en la zona de Palmanova en Calviá, Mallorca, en torno a las 13.50 horas. El vehículo estaba aparcado en la calle frente a un edificio que sirve de sede a la Policía Local, Correos y la Oficina de Denuncias de la Guardia Civil y explotó diez minutos antes de que comenzara el turno de las 14:00 horas. La explosión ha provocado también varios heridos de diversa consideración.
Calviá es una de las zonas más turísticas de la isla y precisamente el cuartel se encuentra a escasos metros de una playa muy concurrida.
Este es el segundo atentado de ETA en 24 horas, después de que ayer explotara una potente furgoneta bomba frente a una casa-cuartel en Burgos, aunque en ese caso, milagrosamente, no hubo que lamentar víctimas mortales, aunque sí provocó casi medio centenar de heridos y numerosos daños materiales.
El delegado del Gobierno en Baleares, Ramón Socias, señaló en la Cadena SER que las primeras hipótesis no descartan que la bomba estuviera adosada a los bajos del vehículo patrulla ni que fuera activada al paso del coche de los agentes de la Benemérita.
No es la primera vez que ETA intenta atentar en las Islas Baleares. En 1995, la banda intentó atentar contra el Rey don Juan Carlos durante sus vacaciones con la Familia Real en Mallorca. Además, hace 18 años atentó en dos ocasiones en la capital balear con coche bomba.
La última víctima mortal de ETA antes del atentado de hoy fue el inspector de policía Eduardo Antonio Puelles García, asesinado en Arrigorriaga (Vizcaya) con una bomba lapa el pasado 19 de junio.
