Tanto el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como el Rey Juan Carlos I, han garantizado que la presidencia española de la Unión Europea en el primer semestre de 2010 servirá para estrechar las relaciones entre ambos lados del Atlántico.
El Rey ha afirmado que los bicentenarios son “una buena ocasión para reflexionar sobre el futuro de Iberoamérica y sobre su peso e identidad a escala internacional”, con la intención de que “su voz sea tenida más en cuenta”.
El monarca también ha destacado el papel de las Cumbres Iberoamericanas como piedra angular para la construcción de una comunidad más libre en la región.
“España es un país que no se puede comprender sin Iberoamérica”, ha precisado por su parte el jefe del Ejecutivo español. Por esta razón, Zapatero defendió que el próximo año, España centrará sus esfuerzos en seguir representando el mejor puente entre Latinoamérica y Europa, “reforzando la capacidad de actuación de los países de manera concertada y eficaz para afrontar los desafíos que se presenten”.
El acto institucional, celebrado en la Casa de América de Madrid, ha reunido a los Reyes de España, los Príncipes de Asturias, las principales figuras del Ejecutivo español, el ex presidente Felipe González y a los representantes de los países de Hispanoamérica.
