La delegada del Gobierno le hace sombra a Esperanza Aguirre en el PP de Madrid

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La delegada del Gobierno le hace sombra a Esperanza Aguirre en el PP de Madrid

La delegada del Gobierno en Madrid parece haber sustituido a Gallardón como el ‘enemigo’ número uno de Aguirre en el PP de la región. Las teorías de Cristina Cifuentes de suprimir la referencia del cristianismo de los estatutos del partido han cuajado en varios ayuntamientos gobernados por los populares, que ahora exigen a la Iglesia el pago del IBI.

La labor de oposición en las filas del PP contra el liderazgo de Aguirre que hasta hace unos meses corría a cargo de Alberto Ruiz Gallardón, ahora centrado en la revolución que quiere desatar en el mundo judicial, ya tiene ‘heredera’. La delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, se ha erigido como el contrapeso en el partido a la presidenta de la Comunidad y de los populares madrileños.

Sus teorías sobre la necesidad de separarse de los valores cristianos y acercarse al “humanismo occidental o europeo” en los estatutos del PP, tal y como propuso sin éxito en el Congreso en Sevilla, ya ha sumado seguidores en las filas del partido en la región. En las últimas semanas, varios han sido los ayuntamientos gobernados por los populares que se han atrevido a anunciar su intención de cobrar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a la Iglesia. Alcalá de Henares o San Sebastián de los Reyes, son algunos ejemplos.

Un ataque a la institución católica nunca vista en el PP, y menos en la formación liderada por Aguirre que se ha caracterizado por su excelente relación con la Iglesia y con Antonio María Rouco Varela, pero que en una época de sequía en las arcas municipales puede correr como la pólvora y adoptarse en otros consistorios de la región.

Cristina Cifuentes, desde su llegada a la Delegación del Gobierno en Madrid, ha chocado de frente con la ‘lideresa’.

Además de la mencionada eliminación del cristianismo en los estatutos del PP, que provocó un aluvión de críticas a la delegada desde el entorno de Aguirre, a la presidenta autonómica no le ha gustado la moderación con la que Cifuentes ha actuado ante el 15M. Mientras que en el ala dura del PP se exigía poner coto a las manifestaciones de los indignados y no ceder ante sus peticiones, la titular de la Delegación del Gobierno accedió a que volvieran a Sol y protestarán.

Incluso, cuando el colectivo del 15M tensó los ánimos y los ‘aguirristas’ clamaban por una actuar con las Fuerzas de Seguridad del Estado, Cifuentes mantuvo la calma e hizo caso omiso al discurso del sector más radical del PP.

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