Los estudiantes secundan mayoritariamente la huelga contra las reválidas “franquistas”

Revalidas

Los estudiantes secundan mayoritariamente la huelga contra las reválidas “franquistas”

Miembros del Sindicato de Estudiantes

Los paros se están produciendo en gran parte de la comunidad educativa del Estado. Hace poco más de un mes el Sindicato de Estudiantes se presentó a las puertas del Ministerio de Educación con un mensaje: Pedía a toda la comunidad educativa la convocatoria de una huelga en contra de las “reválidas franquistas” aprobadas con “nocturnidad y alevosía” por el todavía gobierno en funciones del Partido Popular. “Son las reválidas que tuvieron que hacer nuestros padres, y van encaminadas a construir un modelo educativo y social afín a ellos (el Partido Popular), donde sólo puedan estudiar quienes dispongan de recursos económicos”, aseguró Ana Garcia, portavoz del sindicato, a las preguntas de ElBoletin.com.
 
El día de la huelga ha llegado, y lo ha hecho con el apoyo mayoritario de toda la comunidad educativa. Convocada por la Confederación de Asociaciones de Padres Ceapa y el Sindicato de Estudiantes, a ella se han adherido la mayoría de los sindicatos de docentes como CCOO, UGT y STES, y otras organizaciones de la Plataforma Estatal por la Escuela Pública como Estudiantes en Movimiento.
 
Este es el primer paro que se convoca en este curso 2016-2017, aunque es el tercero desde que Iñigo Méndez de Vigo es ministro de Educación.  
 
Las razones que esgrimen los convocantes para la paralización de la jornada lectiva gira sobre tres puntos neurálgicos: Las reválidas, los recortes y la derogación de la LOMCE.
 
Las reválidas fueron aprobadas durante este verano, y consisten en diversos exámenes evaluativos que determinarían quien obtiene titulación y quién no. Existe la reválida de 4º de la ESO, que consistirá en siete exámenes con contenidos de 3° y 4º. Quien no la supere no podrá acceder al Bachillerato y tampoco obtendrá el título de la ESO aunque tenga aprobadas todas las asignaturas. Es decir, un estudiante que suspenda esta reválida saldrá al mercado laboral sin titulación, y “sus esfuerzos durante cuatro años aprobando todo no servirán para nada” denuncia el Sindicato de Estudiantes. También habrá reválida similar en 2º de Bachillerato e incluso cabe la posibilidad de que las universidades puedan realizar una propia.
 
El Sindicato de Estudiantes salta en ‘armas’ ante esta novedad educativa, que según ellos, dividirá la educación entre quienes tienen recursos económicos y quienes no los tienen: “Los estudiantes de familias adineradas, con acceso a clases particulares, academias y a todos los refuerzos que necesiten para superar cualquier dificultad, tendrán garantizado su acceso a los estudios superiores a golpe de talonario. En cambio los jóvenes de familias trabajadoras, los que sufrimos la degradación de nuestros institutos, los recortes que han provocado auténticos estragos en la educación pública, los que estamos hacinados en clases de 40 alumnos y no tenemos posibilidad de pagarnos profesores particulares ni viajes al extranjero para aprender idiomas…¡Nosotros somos los que nos veremos expulsados del sistema educativo!”
 
Los recortes educativos también motivan el alto seguimiento de esta huelga, ya que los 7.000 millones de euros recortados en estos años, despidiendo para ello a 32.000 profesores, suponen un sinfín de problemas donde los alumnos y los profesores son los principales damnificados. Subida “brutal” de las tasas académicas, la eliminación de las becas de libros y de comedor, el ‘hacinamiento’ de alumnos en clases o el deterioro del material educativo, entre otros.
 
Para más inri, el gobierno se ha comprometido con la troika en bajar hasta el 3,9% del PIB en educación, cuando la media de la UE está en el 6,2%. Cada vez menos pública la educación en España.
 
Por último, la petición de derogación de la LOMCE también ocupa un lugar muy importante en la escala de preocupaciones educativas. Aunque en este caso los actores principales del sector de la Educación se muestran algo más confiados en el éxito de su proposición.
 
Según el Sindicato de Estudiantes, estas tres cuestiones vienen definir una voluntad del gobierno: “No quieren dedicar ni un céntimo de euro a la educación de las familias trabajadoras”. El sindicato considera que el Ejecutivo de Rajoy no piensa en las clases medias y bajas y que “sus planes para nosotros no pasan por que nos formemos y podamos acceder a la cultura y a los estudios superiores. Eso lo tienen reservado para sus hijos. Para la gran mayoría preparan otra realidad muy distinta: la de la precariedad laboral y la explotación más descarada. Por eso nos quieren sin formación. Para hacernos más vulnerables el día de mañana cuando salgamos al mercado laboral y que nosotros mismos aceptemos los empleos precarios y los salarios de miseria porque no podemos aspirar a nada mejor, pues no tenemos estudios para otra cosa”

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