Los críticos no lo tienen tan fácil para acabar con Pedro Sánchez

Crisis en el PSOE

Los críticos no lo tienen tan fácil para acabar con Pedro Sánchez

    Pedro Sanchez, secretario general del PSOE

    Las fórmulas planteadas para derrocar al secretario general requieren mayorías absolutas difíciles de conseguir. All in de Pedro Sánchez. El secretario general, con la fuerza de la militancia y algunas federaciones afines, ha decidido jugarse su futuro en el PSOE a un todo o nada. A unas primarias comprometedoras, donde quien salga vencedor apenas tendrá tiempo para buscar un gobierno alternativo, o para abstenerse a una candidatura de Mariano Rajoy.  Quien gane esa batalla electoral entre ‘Sanchistas’ y ‘Susanistas’ obtendrá la fidelidad del partido. Eso espera, al menos, el actual secretario general.
     
    Sin embargo, existen métodos por los que no haría falta ir a unas primarias para derrocar a Pedro Sánchez. Y eso es a lo que se agarran muchas de las federaciones críticas – eufemismo de ‘contrarias’ – a Pedro Sánchez, que tienen absoluto pavor a enfrentarse en unas primarias al actual secretario general, el ‘ojito derecho’ de los militantes. Susana Díaz no querrá arriesgar su futuro político en unas primarias que sabe que puede perder. Por eso intentará movilizar alguna de las formas que pueda hacer caer previamente a Sánchez, o al menos sus intenciones. Sin embargo, el tiempo apremia y corre en favor del secretario general, que salvo sorpresa podría ejecutar su plan este fin de semana.
     
    En cualquier caso, son tres las formas de poder derribar a Sánchez de su trono, o al menos, paralizar su ‘aventura’. En todas ellas se necesita mayorías absolutas.
     
    Opción 1: Ejecutiva Federal
     
    La Ejecutiva Federal es el gran órgano de control ‘cotidiano’ del Partido Socialista. En el congreso extraordinario de 2014 se estableció que estuviera conformada por una cúpula de 38 integrantes, de los cuales quedan 35. Uno ha fallecido, Pedro Zerolo, y los otros dos se han dado de baja de forma voluntaria. El exsecretario general de Galicia, José Ramón Gómez Besteiro, por sus múltiples imputaciones judiciales, y el canario Javier Abreu.
     
    Este órgano tiene la capacidad de forzar la dimisión de Sánchez, pero para ello tiene que darse una serie de circunstancias que además requiere la intervención de otros órganos. Inicialmente es imprescindible que la mitad más uno (18) de los miembros de la ejecutiva federal dimitan. Algo de por sí ya complicado, pues los cálculos reflejan que los contrarios a Sánchez en este estamento rondan los 16-17 miembros. La presidenta del PSOE, Micaela Navarro, el sevillano Antonio Pradas, María José Sánchez, Estefanía Palop, Noemí Cruz, Nino Torre, Eva Matarín, Luz Rodríguez o Carme Chacón son algunos de ellos. Carmen Montón y Rosa Eva Díaz Tezanos son las indecisas que podrían decantar la balanza hacia cualquier lado.
     
    Si la mayoría de esos miembros presentara su dimisión, Sánchez quedaría completamente desautorizado, y sus planes, primarias y Congreso federal, quedarían en suspenso. Pero no estaría obligado a dimitir. Por lo tanto, la forma más ‘fácil’ de anular las primarias y el Congreso implica la dimisión de la mitad más uno de la Ejecutiva Federal, y bloquear así la actividad de la Ejecutiva.
     
    Opción 2: Comité Federal
     
    Si la propuesta llega al Comité Federal, los pasos son más sencillos de entender. Y de explicar. Pedro Sánchez formalizará su propuesta de convocar un 39º Congreso y unas primarias exprés que determinen quien es el nuevo secretario general el domingo 23 de octubre. Esas ofertas deberán ser aprobadas (o no) por más de la mitad del Comité Federal, que a estas horas no está claro hacia dónde se decantará. Lo cierto es que todas las informaciones y declaraciones auguran un resultado reñido, por lo que cualquier opción es probable. Si no fueran aceptadas, Pedro Sánchez quedaría totalmente deslegitimado. Y esta podría ser la fórmula más asequible de los críticos de imponer, democráticamente, su discurso.
     
    Sin embargo, el secretario general ha afirmado este martes que si el Comité vota en contra de sus propuestas no dimitirá, algo descabellado para los críticos, que no entenderían que un secretario general siguiera en su cargo una vez haya sido rechazado por la mayoría de los miembros del comité.
     
    Existe otra opción aún más contundente: Que la mitad más uno de los delegados no hagan acto de presencia. Sin quórum no hay nada que pueda ser aprobado.
     
    Y la más extrema, pero que en esta ocasión no podría llevarse a cabo por la brevedad de tiempo (requiere de cinco días mínimo de notificación): Una moción de censura. “El Comité Federal podría exigir la responsabilidad política de la Comisión Ejecutiva Federal mediante la presentación de una moción de censura, apoyada al menos por el 20 por 100 de sus miembros y sancionada para tener efectos por la mayoría absoluta de los y las integrantes del Comité Federal”.
     
    Opción 3: Primarias
     
    Se realizarían el 23 de octubre. Para presentarse a ellas existe un plazo de precandidaturas, entre el 2 y el 11 de octubre, donde los candidatos deberán recoger el 5% del volumen total de los militantes (190.000 militantes), lo que representa obtener algo menos que 10.000 avales. Los que superen esos avales serán confirmados el 13 de octubre, día en el que empezará la campaña.
     
    Será la última fase y si alguien quiere detener el camino de Sánchez, deberá enfrentarse a él en las primarias. Un suplicio para Susana Díaz, que se arriesgaría a perderlas (militancia vs. Barones) pudiendo perjudicar su imagen de victoriosa al caer derrotada por Pedro Sánchez. Un riesgo que no quiere correr, por lo que presionará para la dimisión previa de Sánchez, la consolidación de una gestora que se abstenga a Rajoy y poder establecer así más limpia la transición de Andalucía a Ferraz.

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