Los vecinos de Carabanchel vuelven a la carga contra la parroquia de los ‘Kikos’

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Los vecinos de Carabanchel vuelven a la carga contra la parroquia de los ‘Kikos’

Kiko Argüello

La Plataforma Vecinal anuncia que retomarán las movilizaciones al haber comenzado las obras para construir un aparcamiento y una capilla. Los vecinos de Carabanchel están de nuevo en ‘pie de guerra’ contra la parroquia de Santa Catalina Labouré, propiedad del grupo religioso ultraconservador Camino Neocatecumenal -institución católica más conocida como los Kikos– por construir en unos terrenos que quieren que se destinen a usos sociales.

Y es que el inicio de las obras de un aparcamiento y de una capilla en la parcela que el vecindario reclama para uso público ha reactivado la pelea de la ‘Plataforma Vecinal Opañel Contra el Cementerio’, un colectivo que -tras varias manifestaciones, recogidas de firmas y movilizaciones- logró, en junio, que la plataforma renunciara a construir una cripta en una parcela obtenida tras una permuta con el Ayuntamiento de Madrid en el barrio carabanchelero de Comillas pero no logró frenar resto del proyecto, que también rechazan los residentes de la zona.

Desde entonces, tal y como recuerda la Federación Regional de Asociaciones Vecinales (Fravm)la plataforma ciudadana constituida para frenar la construcción del complejo ha insistido en obtener el compromiso por escrito, “sin éxito alguno”.

Tampoco logró la reversión de la parcela en la que la parroquia pensaba construir el aparcamiento y la capilla al Ayuntamiento para reclamar su destino a equipamientos públicos.

Por eso -y dado ahora que las obras han comenzado “ignorando las más de 6.300 firmas presentadas, las movilizaciones vecinales y las reuniones mantenidas con todas las partes interesadas para buscar una salida negociada al conflicto creado- anuncian que retomarán las movilizaciones.

Los portavoces de la plataforma denuncian, desde la web de la Fravm, que la “licencia de la cripta ha caducado”, pero la parroquia “no renuncia al proyecto” ni el Arzobispado quiere permutar la parcela para uso del barrio.

Y se quejan de que “la Iglesia solo pretende el beneficio económico y especulativo de una permuta poco transparente y desconocida hasta hace un año por el vecindario” mientras el Ayuntamiento “se lava las manos y favorece al Camino Neocatecumenal en detrimento de un barrio necesitado de equipamientos públicos”.

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