La formación que lidera Pablo Iglesias acaba de confirmar su ascenso en el último barómetro del CIS, que le sitúa como primera fuerza en cuanto a voto directo. El ascenso de Podemos parece imparable. Al menos así lo pone de manifiesto el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), conocido esta misma semana y en el que la formación que lidera Pablo Iglesias se alza como la primera fuerza en cuanto a voto directo. Algo que ha logrado en menos de un año desde su nacimiento. Pero, ¿cuáles son las claves de su éxito?
La fórmula del éxito de podemos puede explicarse en cuatro claves: participación, televisión, identificación y cambio de eje. La participación es uno de los elementos diferenciadores de la formación, que desde su nacimiento pidió la colaboración de los ciudadanos para dar cada paso y financiar cada movimiento de Podemos. Aunque los simpatizantes no sólo ponen dinero, también son partícipes de las decisiones que toman los Círculos.
El cambio de eje también es importante, ya que en eso han basado parte de su discurso. Ya no hay izquierda contra derecha, sino que en el nuevo ‘tablero’ de juego están los de abajo contra los de arriba. Esta idea ha permitido la identificación de muchos ciudadanos, algunos desencantados de la política, pero otros votantes de otros partidos que ante los últimos casos de corrupción y por la situación que han provocado medidas adoptadas por el ‘bipartidismo’, se han identificado con la formación de Pablo Iglesias.
Aunque sin duda, la clave más importante ha sido la televisión. El líder del nuevo partido no era alguien desconocido para la audiencia, ya que era comentarista habitual en muchas tertulias políticas. Pablo Iglesias era ‘famoso’, y sin duda eso ha ayudado a impulsar a Podemos. El politólogo se convirtió en la ‘marca’ con la que identificar la formación, y ese ha sido quizá el mayor acierto del nuevo partido.
Todo esto ha permitido a Podemos llegar donde está ahora, peleando cara a cara con el bipartidismo y convertido en una alternativa de Gobierno. Y los de Pablo Iglesias creen que podrían alcanzar La Moncloa en los próximos meses. Así de claro lo han dejado en un extenso reportaje de laSexta Columna, en el que el líder de la formación da su punto de vista sobre todo tipo de cuestiones.
Concretamente, al ser preguntado si pactaría con el PSOE para arrebatarle el poder al PP o dejaría que los de Mariano Rajoy gobernasen, Iglesias se muestra firme al decir que en Podemos “no somos sectarios a la hora de pactar”. No obstante, se sincera y dice no tener “ninguna confianza” en que pudiesen alcanzar un acuerdo con los socialistas.
Por otro lado, ha insistido en la necesidad de “impedir por ley que un presidente acabe en un consejo de administración”, es decir, las denominadas ‘puertas giratorias’. A juicio del líder de Podemos, “cualquier sistema que se cimente en la confianza ciega es malo. Hay que tener controles democráticos. Seríamos vendedores de pelo si vendiéramos confianza solo. Tiene que haber leyes que impidan que un presidente o un ministro acabe en un consejo de administración”, ha dicho.
Y ha insistido en que “bastante es ya que un presidente tenga un despacho y un sueldo vitalicio como para que se forre por el puesto que tuvo. Haremos las leyes necesarias para que eso no se pueda consentir”, ha prometido Iglesias.
Venezuela
Por último, al ser preguntado por las críticas que han vertido contra él desde el nacimiento de Podemos, sobre todo por las que le acusan de ser ‘bolivariano’ y cercano al régimen chavista, Iglesias ha sido contundente: “Evidentemente no quiero para España el modelo de Venezuela”.
El eurodiputado se ha defendido de las críticas y ha asegurado que “si el intento de que no ganemos las elecciones se va a fundamentar en intentar hablar de Venezuela, vamos a arrasar”. Una idea que comparte otro de los miembros de Podemos más ‘televisivos’, Íñigo Errejón.
El jefe de campaña de la formación considera que este discurso acusatorio es en realidad una cortina de humo para esconder los males que aquejan a la maltrecha España de la crisis. “¿Va a hablar la casta de cómo está el trabajo en España? No, porque son terrenos en los que se encuentra muy incómoda, así que quiere hablar de cosas que ocurren a miles de kilómetros de distancia y que no tienen la menor relación con las condiciones de vida de los españoles”, ha sentenciado.
Y Pablo Iglesias asevera insiste en que no quiere para España el modelo de Venezuela porque “es como todas las cosas que se han hecho en América Latina, incluso las cosas que se han hecho bien. Se hacen en países periféricos y en países con situaciones económicas que no tienen nada que ver con la nuestra”.
