Los históricos del PP quieren que rueden cabezas. Las últimas revelaciones del ‘caso Gürtel’ que apuntan a que la trama operó en el partido de la mano del entorno de José María Aznar no han hecho sino acrecentar su descontento: exigen una limpia en el partido del sector ‘aznarista’.
Fuentes del sector democristiano del PP han revelado a EL BOLETIN la creciente tensión que late en el corazón de Génova. Así, señalan que la unidad en el partido de la que presume Mariano Rajoy no es sino un espejismo.
Las distintas ‘sensibilidades’ que conviven en la formación conservadora, que habían firmado la paz tras el congreso que reeligió a Rajoy presidente del partido, han vuelto a levantarse en pie de guerra. No en vano, las últimas revelaciones del ‘caso Gürtel’ apuntan a que el sector aznarista introdujo a la trama de Francisco Correa en los círculos populares.
El entramado se extendió presuntamente por Galicia, Castilla y León, Madrid y la Comunidad Valenciana. En ésta última se encuentran varios de los integrantes del llamado ‘clan Becerril’, jóvenes que comenzaron a despuntar en el partido con la llegada de Aznar a la Presidencia del Gobierno. Entre sus miembros figuran, además de Alejandro Agag, Francisco Camps o Ricardo Costa.
Las mismas fuentes señalaron a este diario que Rajoy debe acabar con el sector aznarista para reflotar un partido en el que jugaría un papel clave Alberto Ruiz-Gallardón, por el momento al margen de los escándalos.
También hay que destacar los presidentes de La Rioja, Pedro Sanz, y de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, a cuyas regiones no llegó la telaraña del Gürtel. Tampoco hay que descartar a Esperanza Aguirre, quien, aunque según los democristianos se encuentra ‘muy tocada’, habría que esperar a ver cómo juega sus cartas y gestiona la situación en la Comunidad de Madrid.
El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, opinó hoy que la ‘trama Gurtel’ puede ser una “oportunidad” para “depurarse por dentro” y “eliminar aquellas partes que puedan estar intoxicadas” en el partido.
Por su parte, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, señaló que Esperanza Aguirre decidirá el futuro de los tres diputados regionales imputados en la trama corrupta de manera “unilateral” y sin hacer caso a ningún tipo de presiones.
