El PSOE fracasa con su estrategia para frenar la reforma del aborto: el PP arropa en bloque a Gallardón pese al voto secreto

Reforma aborto

El PSOE fracasa con su estrategia para frenar la reforma del aborto: el PP arropa en bloque a Gallardón pese al voto secreto

Alberto Ruiz-Gallardón, ministro de Justicia

Fracaso absoluto del PSOE en su estrategia para frenar la reforma del aborto. A pesar del voto secreto, los populares han seguido a pies juntillas la disciplina de partido: apoyar a Gallardón. La estrategia del PSOE para frenar la reforma de la Ley del Aborto ha terminado en un completo fracaso. A pesar de los esfuerzos de la bancada socialista por evidenciar las discrepancias en las filas del Gobierno en torno a la iniciativa del ministro Gallardón valiéndose del voto secreto, los populares han seguido en bloque la disciplina de partido.

El pleno del Congreso, en el que faltaba el presidente Mariano Rajoy por encontrarse de visita oficial a Turquía, ha rechazado por mayoría una proposición no de ley presentada por el PSOE que pedía al Gobierno renunciar al anteproyecto que derogará la llamada ‘Ley Aído’ de plazos. La votación, secreta, tal y como se habían esforzado en asegurar los socialistas, se ha saldado con 186 papeletas en contra de la retirada de los 351 votos finalmente emitidos por los diputados presentes.

Aunque no es posible saber si los diputados de cada formación política siguieron a rajatabla la disciplina de sus líderes, las cuentas son favorables para un PP en el que los socialistas pretendían hacer brecha. En el hemiciclo había presentes 178 populares, a los que debían haberse sumado seis de Unió, uno de UPN y otro de Foro Asturias. Es así que faltarían tres de estos votos que en última instancia podrían deberse a fallos. En algunos grupos, como Convergencia, se había dado libertad de voto a sus miembros.

En todo caso, todos los parlamentarios del PP -esta vez en bloque y públicamente- recibieron el resultado con aplausos y saludos al ideólogo de la reforma: el ministro Ruiz-Gallardón. Incluso algunos de los populares que más críticas habían lanzado contra la iniciativa, como la vicepresidenta del Congreso Celia Villalobos, se congratulaban de haber conseguido tan rotundo éxito para seguir adelante con la promesa electoral de reformar la actual Ley del Aborto.

La propia Villalobos anunciaba antes de que comenzase la sesión parlamentaria anunciaba que si bien está dispuesta a rechazar el texto si mantiene el articulado del anteproyecto, rechazó la estrategia del PSOE sin rodeos. «A nosotros no nos gustan que nos pidan que seamos traidores. Queremos dar la cara, pero eso de que te den la oportunidad los socialistas, eso es muy poco serio», aseguró la exministra.

Aunque la socialista Elena Valenciano, próxima cabeza de lista del PSOE para las europeas, apeló a sus compañeras populares a «no votar como diputadas lo que no votarían como mujeres» el fiasco volvió a producirse en las filas de la izquierda. Y es que, el único antecedente que hay de voto secreto sobre una proposición no de ley en el Congreso es la que se produjo en el año 2003 para reprobar la Guerra de Irak. Entonces, como ahora, el PP hizo gala de disciplina de voto en sus filas e hizo valer su mayoría.

Una mayoría que también ha usado hoy para sacar adelante, y en solitario, la norma que restringe las iniciativas de justicia universal. Desde ahora, por 179 votos favorables frente a 163 en contra, se limitan los supuestos en los que un juez español podrá investigar delitos cometidos fuera del territorio nacional. Una iniciativa que el PP ha justificado como una vía para evitar posibles conflictos diplomáticos.

Más información